martes, 30 de octubre de 2007

Comida Express

Después de haber leído la mayoría de lo que he escrito, podrán imaginarse que últimamente he andado bastante en bus. Hay muchas cosas que disfruto al usar este medio de transporte, como lo pueden ser la economía de gasolina y mantenimiento en general del carro, el evitar el estrés de manejar, el poder leer, dormir o escuchar música mientras hago cualquiera de las dos anteriores, el encontrarme con viejos conocidos, etc.

Habiendo dicho lo anterior, y aclarando que no odio del todo andar en bus, hay cosas que no tolero, y una de ellas es el tener que soportar a la gente comiendo en un ambiente tan cerrado como lo es el bus. Me ha tocado de todo, desde el pollo mas grasoso hasta el mas seco; de las papitas fritas de Mc a las papas de bolsa llenas de sal y grasa que cuestan cien colones (cancerígenas, fijo); me han tocado no solamente ver a la gente comer, pero a la gente vender esos alimentos en el bus. El mas desagradable todos: una pareja de vecinos del hermano país del norte comiendo pejibayes al estilo "National Geographic", me explico, el macho cabrío, el alfa de la manada, el que ganó a la más hembra de todas, tomaba un pejibaye de la grasienta bolsa de plástico transparente, lo tomaba con sus manos (o garras) y lo pelaba con la boca, para posteriormente alimentar a su manceba con una hermosa fruta. Todo eso lo hacía mientras hacia malabares para sostenerse de pie... OK, de pie, imaginemos sus grasosas manos en el tubo (tubo! tubo!)...

Pues bien, dicho lo anterior, un día me dije "No más!!!" Haré lo mismo. Y un día de estos me convertí en otra animal. Antes de subirme al bus me compré un batido de la Pops (o de la Poks) y procedí a "abordar la unidad". Al estar en la "unidad", inicié con el ritmo, tomé y tomé hasta llegar al final, siempre rindiéndolo un poco para esperar que mas personas entraran. Al llegar al final seguí sorbiendo, literalmente bebía aspirando y aspirando más. Desconozco cuantos de ustedes se han bebido un batido de la Poks, pero la contextura de la pajilla, la forma del vaso, y los restos del batido hacen que dicha actividad antes que solamente física se convierta en una manifestación sonora como pocas, máxime un bus.

Sorbía y sorbía, sonaba como el aparato que ponen los dentistas en la boca de uno para eliminar la saliva mientras trabajan. Frrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrsss, frrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrsss, frrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrsss, frrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrsss, frrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrsss y nadie volvió a ver.

Era como si todos estuvieran en su propio mundo. ¿Qué pasa? me pregunté, ¿acaso seré yo el único coprófago que se molesta de ver a los demás comer en el bus? No lo sé. Ese día nadie dijo nada. Era como si todos respetaran un acuerdo tácito que dice: Favor no moleste al pasajero que ingiere alimentos en el bus.

¿Les ha pasado a ustedes? ¿Se atreverían a comer en un bus?

viernes, 19 de octubre de 2007

La noche oscura del alma.

En teología (acaso en filosofía también, ¿o puede que las dos cosas sean una misma?) se habla de la noche oscura del alma. ¿Qué sucede en esa oscuridad? Se dice que la noche oscura pueden ser "terribles pruebas que dios envía al hombre para purificarlo". ¿Cómo puede llegar uno a la oscuridad del alma? Yo manejo la teoría de que es a través de la iluminación.

Solamente cuando uno cuestiona lo que tiene (llámese fe u otra cosa), despeja los nublados del día. Cuando tenemos esa certeza, cuando asumimos que lo que tenemos es eterno y no lo vamos a perder nunca, estamos en una situación de "confort" en la que no vale la pena siquiera el cuestionarse ¿qué pasaría si...?

Esos nublados no pueden ser más que nubarrones, pero ¿y qué?, ¿no es acaso mas cómoda la sombra que el calor del sol? No comprendo la alusión a la oscuridad, no comprendo porque las tinieblas son malas, no comprendo porque debería de buscar la luz para salir de este estado de incertidumbre. ¿Acaso busca la deidad, o sus representantes terrenales, sofocarme al empujarme a la iluminación? ¿Acaso el mecanismo social me empuja a ser un siervo de la gleba? ¿Acaso necesito de todas esas instituciones "sociales" para ser exitoso? ¿Es el trabajo, la educación, la familia, el matrimonio algo tan sagrado para anteponerlo a mi libertad?

La oscuridad me rodea, me abraza, me arrulla. Ese calor me arrojó de sus brazos al vacío, ¿era dios? (de nuevo en minúscula y al propio), lo desconozco. Mi libre albedrío me trajo donde estoy y mi libre albedrío se supone debe de ser la "luz" que me guíe.

Negra noche que gobiernas este valle de lágrimas, negra noche que nos envuelve, negra noche cómplice de nuestras andanzas. Y claro, como lo dice Joaquinito: "La noche que yo amo es turbia como tus ojos, larga como el silencio, amarga como el mar." Solamente me queda repetir el "Negra noche, no me trates así, negra noche, espero tanto de tí."

Hoy es un día oscuro, bello de una manera diferente y muy particular, no sé si quiera ver la luz al final del túnel, desconozco si prefiero dirigirme al lado opuesto y explorar todo eso que está ahí.

viernes, 5 de octubre de 2007

La esperanza de un nuevo día y la realidad del mismo.

Una canción de Sabina dice: … pero ya no era ayer, sino mañana… ¿Qué pasa cuando se hacen planes y eso sucede? Me explico, ¿qué sucede cuando “ayer” dejo de serlo y se hizo “mañana”, o sea, mi “hoy”?

Muchas veces hacemos planes para un nuevo día, una nueva semana, incluso un nuevo año (esos benditos propósitos de año nuevo… voy a perder peso, voy a estudiar antes del examen, voy a ponerme en contacto con aquél amigo que no veo de tiempo ha, etc.) y por algún motivo, esos planes no se dan.

De alguna u otra manera todo se complica y lo que teníamos planeado no sucede porque cosas mas urgentes salen a nuestro paso. ¿Es eso bueno? Recientemente estaba leyendo un artículo que decía que teníamos que es necesario diferenciar entre lo urgente y lo importante. Lo urgente es algo que por su inmediatez demanda nuestra atención en ese momento, desplazando, borrando, ignorando todo aquello que habíamos planeado. Lo importante es aquello que, a pesar de no ser urgente, tiene un valor tal, que veremos sus frutos en algún momento dado.

Hace ya algunos días me había propuesto escribir un “artículo” por semana, para mí es súper IMPORTANTE, pues me ayuda a relajarme, me transporta a otros lugares, me hace sentirme libre y creativo. Incluso me da aires de importancia a veces, como escribí anteriormente, yo les doy una parte de mí al escribir, y al estar en frente del blog, y saberse leído, y no solo saberse leído, pero recibir comentarios que confirman la creencia anterior, es demasiado gratificante.

La semana que termina el día de hoy ha sido muy difícil, larga, diferente, complicada, y de alguna manera URGENTE, tan urgente fue, que no había podido escribir. Ahora, antes de irme al Teatro Nacional a disfrutar del “Concierto para piano y orquesta” de Schumann me puse a pensar que no lo podía disfrutar sin haber hecho las cosas importantes para mi. Así pues, hago realidad la esperanza que tenía, escribo, y disfruto la realidad de este momento, espero que la pasen muy bien :o)