lunes, 31 de diciembre de 2007

Año nuevo, ¿vida nueva?

Nunca me ha gustado la gente que se pone metas de fin de año. Me parece absurdo que por una mera convención social del "31 de diciembre" la gente piense que mágicamente las cosas se van a facilitar. Tampoco se facilitan con la famosa "cuesta de enero"... ¡como detesto eso! ¡Planifiquen por favor!

Pero bueno, volvamos a las convenciones. Las convenciones son normas o prácticas admitidas tácitamente, que responden a precedentes o a la costumbre. La maldita conventio. ¿Porqué sucumbir a prácticas por otros establecidas? ¿Porque he de bajar la cabeza y no cuestionar nada? ¿Por qué si lo hago me ven mal?

Convenciones y costumbres. Las costumbres, son esos hábitos, modos habituales de obrar o proceder establecidos por tradición o por la repetición de los mismos actos y que puede llegar a adquirir fuerza de precepto. Costumbre, de cosuetumen, evidentemente latín... No puedo evitar recordar esas clases en la facultad cuando nos hablaban de la costumbre como una fuente del derecho y por lo tanto, del derecho consuetudinario...

Preceptos, del latín praeceptum; los preceptos son mandato u ordenes que un superior hace observar y guardar "al inferior o súbdito". También puede ser cada una de las instrucciones o reglas que se dan o establecen para el conocimiento o manejo de un arte o facultad. O bien, por antonomasia, cada uno de los del Decálogo o mandamientos de la ley de dios (así, con minúscula).

¡Antonomasia! ¡Qué palabrilla más linda! Denota que a una persona o cosa le conviene el nombre apelativo con que se la designa, por ser, entre todas las de su clase, la más importante, conocida o característica.

¿A que vienen todas esas palabras, conocidas unas, rebuscadas las otras? Pues que por una maldita convención social, los 31 de diciembre de cada año marcan el fin y el inicio de un nuevo año. Que como parte de una mecanismo más grande que mi propia individualidad, debo de seguir ciertas costumbres; que ciertas de esas costumbres se han vuelto ya preceptos; y el maldito destino, superior mío, y por lo tanto, yo inferior o súbito de aquél debo de seguir. Y para no abusar mucho de mi suerte en este momento vuelvo a ser el "soltero por antonomasia" que en algún momento fui.

O sea, año nuevo, ¿vida nueva? O antes bien, año nuevo, ¿de regreso al inicio? Atrapado por el mito del eterno retorno, donde inexorablemente regreso a mi "yo mismo", desearía cual Teseo, tener un minotauro que matar, o bien, saber al menos a cual de todos los minotauros matar.

¿Mi meta de este año? Pues llegar al siguiente, y al siguiente, y al siguiente, y al siguiente, y así queriendo una parte de mí que eso se repita per saecula saeculorum. Disfrutar, cosechar el día, ¡carpe diem!

El regresar a mi punto de partida no tiene que ser del todo malo, después de todo, ¿no es como regresar a la escuela con el conocimiento adquirido en la universidad? Si, regresaré, le haré trampa al maldito "superior" y aprovecharé las lecciones aprendidas.

"Pacta sunt servanda" latinazo que se puede traducir como "lo pactado obliga". Los pactos deben de cumplirse, PUNTO. Tiempo ha, pacté conmigo mismo el no dejar que ciertas cosas me cambiaran mi plan de vida. Año nuevo, vida nueva, es más ¡década nueva!

viernes, 28 de diciembre de 2007

De la despedida.

La despedida. Viene de despedir, ésta del latín expetere. Soltar, desprender, arrojar algo. Soltarse, desprenderse, arrojarse, o bien ser soltado, ser desprendido o ser arrojado. Apartar de sí a alguien que le es gravoso o molesto. Puede ser también el renunciar a la esperanza de poseer o alcanzar algo.

Hay muchas formar de despedirse. A continuación un par que me encantan:

"Este adiós no maquilla un hasta luego,
este nunca no esconde un ojalá,
estas cenizas no juegan con fuego,
este ciego no mira para atrás,
este notario firma lo que escribo,
esta letra no la protestaré,
ahórrate el acuse de recibo,
estas vísperas son las de después,
a este ruido tan huérfano de padre,
no voy a permitir que taladre un corazón podrido de latir,
este pez ya no muere por tu boca,
este loco se va con otra loca,
estos ojos ya no lloran más por ti"
Joaquín Sabina

Por el otro lado tenemos a José Ángel Buesa con su "Poema de la Despedida":

"Te digo adiós si acaso te quiero todavía
Quizás no he de olvidarte... Pero te digo adiós
No se si me quisiste... No se si te quería
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Este cariño triste y apasionado y loco
Me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No se si te amé mucho... No se si te amé poco,
Pero si sé que nunca volveré a amar así.

Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo
Y el corazón me dice que no te olvidaré.
Pero al quedarme solo... Sabiendo que te pierdo,
Tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.

Te digo adiós y acaso con esta despedida
Mi más hermoso sueño muere dentro de mí.
Pero te digo adiós para toda la vida,
Aunque toda la vida siga pensando en ti."

En esta pesadilla no puedo dejar de pensar en mi querido Pedro Calderón de la Barca y su hermosa obra "La vida es sueño":
(...)
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
(...)

PUNTO FINAL.

jueves, 27 de diciembre de 2007

De los puntos.

La palabra punto viene del latín "punctum". Tiene muchos significados y diversos usos, usos que le damos a veces de manera inconciente, otros, como un acto volitivo, racional, como algo deseado.

Puntos hay muchos, hay puntos de puntos. Incluso de niño recuerdo la broma del asterisco, ¡que no es más que un punto despeinado! El punto punk.

El punto, en su primera acepción, se define como una señal de dimensiones pequeñas, ordinariamente circular, que, por contraste de color o de relieve, es perceptible en una superficie. Podemos hablar de puntos geográficos, de puntos de referencia, de puntos en juego, o en el campo del amor, de hacer los puntos... "me hacés los puntillos con fulana", "tengo los puntillos". Tenemos puntos en Wall Street... cayó la bolsa tres puntos, subirá diez (que me avisen si eso sucede). Indica un momento particular, una ocasión oportuna, un momento favorable, o bien, desfavorable: llegamos a un punto en la relación en la que no avanzamos; estábamos en un punto tan bueno, que no cabía mejora; llegamos al punto clímax, y hablando del clímax, pues también tenemos el famoso punto "G".

El punto sirve para señalar tendencias, se pueden examinar las cosas desde un punto legal, de uno filosófico, de uno religioso, de uno moral, ¡los puntos! También puede ser lo sustancial o principal en un asunto: "El punto es el siguiente...". Denota el punto también un estado de cocción: la pasta está en su punto. Tenemos también los puntos físicos (¡Ja! ¡Cómo si el punto G no lo fuera! Talvez el más físico de todos los puntos): el punto de congelación, el punto de fusión.

Cuando nos rompemos, pues nos cosen, y por lo tanto nos hacen puntos. Cinco puntadas en el cráneo, como seis puntadas en la barbilla, diez puntadas en mi mano izquierda, puntadas por la operación de la apéndice, como treinta puntadas en mi pierna izquierda (sí, una niñez muy activa tuve), y miles de miles puntadas necesarias para sanar mi corazón.

Tenemos puntos cardinales, el norte, el sur, el este y el oeste... ¡y yo sin mi norte!

Existen los puntos críticos, que físicamente en cada sustancia, el estado determinado por su temperatura y presión críticas; o bien el momento exacto en que ocurre o es preciso hacer algo.

Los hay también de apoyo, que para los efectos personales consideraré solamente los que implican aquello sobre lo que se basa o sustenta algo. ¡Qué doloroso perder un punto de apoyo! No podemos dejar de lado los puntos débiles, que a ratos son el aspecto o parte más vulnerable de alguien o de algo, y a ratos son la mayor fortaleza de uno. Desde un punto de vista médico existen los "de costado", que constituyen un dolor con punzadas al lado del corazón... ¡Ay! ¡Cómo me duele el corazón!

Existen los puntos de observación, que son aquellos que se colocan en las cartas de marear, como resultado de observaciones astronómicas. O bien, desde donde oteamos el dolor que nos rodea.

Nos hablan también de los puntos de partida y de los puntos de referencia. Tenemos puntos de partida hacia algo mejor, y que a veces transitamos tanto por ese camino que se nos convierte en un punto de referencia. Un punto de referencia que se convertirá luego en un mínimo deseado, en algo que te marca y no te abandona, en algo que te va a obligar a buscar "eso" todos los demás puntos que lleguen a tu vida. Ese es mi punto de vista. ¡Hasta la vista tiene punto! Ese punto que se dilata con la percepción del ser amado, ese punto que brilla con el avistamiento de esa persona especial.

Todos esos puntos a veces nos llevan a un punto muerto, un punto que se caracteriza por ser el estado de un asunto o negociación que por cualquier motivo no puede de momento llevarse adelante. Ya la situación "dejó de estar a punto" y necesita alguna revisión. Tenemos los dos puntos, que a veces anteceden un punto de vista; tenemos el punto y coma, que nos pausa un poco más que una coma pero no tanto como un punto a secas. Tenemos el punto y seguido cuando le damos continuación a algo; el punto y aparte cuando se llega a un fin y los puntos suspensivos, cuando no sabemos que pasará...

:_: :_:

viernes, 21 de diciembre de 2007

Del hambre.

Hambre viene del latín vulgar famen. Se dice que es la gana y necesidad de comer. También puede ser una escasez de alimentos básicos, que causa carestía y miseria generalizada. Pienso en distintos tipos de hambre, el RAE me ayuda.

Hambre calagurritana... es un hambre muy violenta.
Hambre canina... es una gana de comer extraordinaria y excesiva.
Hambre de tres semanas... es cuando alguien, por puro melindre, muestra repugnancia a ciertos alimentos, o no quiere comer a sus horas, por estar ya satisfecho.
Hambre estudiantina... es un buen apetito y gana de comer a cualquier hora.
Andar alguien muerto de hambre... es pasar la vida con suma estrechez y miseria.
Apagar el hambre... es matar el hambre.
Hambre y valentía... usada para indicar al arrogante y vano que quiere disimular su pobreza.
Juntarse el hambre con la gana, o las ganas, de comer... usada para indicar que coinciden las faltas, necesidades o aficiones de dos personas.
Más listo que el hambre... para ponderar la agudeza, ingenio y expedición de alguien.
Matar de hambre... dar poco de comer, extenuar.
Matar el hambre... saciarla.
Matarse alguien de hambre... tratarse mal por penitencia o por sobrada cicatería.
Morir, o morirse, de hambre... es tener o padecer mucha penuria.
Perecer, o rabiar, de hambre... morir de hambre.
Sitiar a alguien por hambre... es el valerse de la ocasión de que esté en necesidad o apuro, para reducirlo a lo que se desea.

Todas esas hambres nos las dice el diccionario. Hambre, ¡ay el hambre! Hambre de poder por ejemplo. ¿Qué pasa cuando alguien tiene hambre de poder y hace lo que sea para saciarla? Ahí viene la indigestión. Una buena indigestio es lo que merece todo aquél que no considera a los demás en beneficio propio y en perjuicio de aquellos.

Para aquellos que no están de acuerdo con algo, ¿qué les queda? ¡Hacer una huelga de hambre! Y yo me pregunto: ¿A quien carajo le interesa que unos fulanos no coman? Cada quien es juez de su propio perjuicio. Si la única forma para llamar la atención que se vino a la cabeza es no comiendo, hay problemas mas grandes. Si no comen, pues que no coman, no me interesa.

Hambre de aprender. Súper provechosa. Estar sediento de conocimientos. Saciar el hambre intelectual y "devorar" libros. ¡Qué buena esa hambre!

Hambruna... escasez generalizada de alimentos. Ya lo dice García Márquez, el día en que la mierda tenga algún valor los pobres nacerán sin culo. ¡Ni mierda qué comer!

De Wikipedia sale esto: Fisiológicamente el hambre está producido por los estímulos que ejercen ciertas sustancias sobre nuestro cerebro. Así por ejemplo la hipoglucemia, estimula al hipotálamo lateral y produce estímulos vagales que nos obliga a comer, mientras que los ácidos grasos, la colecistoquinina y la serotonina estimulan al hipotálamo ventromedial y nos producen la sensación contraria del hambre: la saciedad.

El hambre puede causar dolor en el estómago o punzadas de hambre. Este dolor, que dura entre dos y tres minutos, es causado por una alteración en los movimientos peristálticos gástricos, los que ayudan al tránsito de los alimentos por el aparato digestivo. Aparecen entonces unas contracciones intensas y rítmicas (contracciones del hambre) que causan la sensación de dolor.

¿Será a caso que si reducimos la hipoglucemia y reducimos los ácidos grasos, la colecistoquinina y la serotonina eliminamos el hambre del mundo? ¡Qué doloroso suena eso de punzadas de hambre! El hambre punzan dicen los que no tienen que comer.

Pero también tenemos el apetito. Del latín appetitus. El apetito es un impulso instintivo que lleva a satisfacer deseos o necesidades. Son ganas de comer, o bien, un deseo sexual o una cosa que excita el deseo de algo. ¡El apetito sexual! Eso me lleva a la mejor de todas las hambres... Una vez saciado el apetito sexual, viene el hambre, el hambre que denomino "hambre post - coital" ®.

Tenemos apetito sexual, lo saciamos, y luego viene ese deseo de alimentarse, de satisfacer esa otra gran necesidad que todos sentimos.

¡Qué hambre!

jueves, 13 de diciembre de 2007

Ayer, hoy y mañana.

El cinco de diciembre del dos mil siete cumplí treinta años... Abandoné los "tes" para llegar a los "tas". Adiós veinTES, hola treinTAS, cuarenTAS; cincuenTAS... De aquí en adelante, cuando mencione la palabra "ayer" me referiré a las tres decadas que anteceden este momento. Ayer, del latín heri, "yesterday" en inglés o bien "ieri" en italiano. Tan poco sonoro el inglés... ¡tan lindas las lenguas latinas! Ayer es el día que precedió inmediatamente al de hoy, y en su momento al "hoy" que fue ese cinco que "hoy" es un "ayer". Como dice Sabina: "...pero ya no era ayer, sino mañana."

El mañana: En el día que seguirá inmediatamente al de hoy. Viene del latín vulgar maneāna. De ese mañana hablaremos después.

Para los que se lo preguntan, pues no, no me convertí en sapo, no me salieron mas arrugas, no me salieron mas canas (nótese que si acepto la presencia de las últimas dos, mas hago la salvedad de que no salieron mas). Si tengo plena conciencia de que me hago mas interesante, mientras usted, fémina que lee esto solo envejece, una mera cuestión de género. (Ja! No arrugue la cara, ¡en unos años se va a arrepentir!)

Ese ayer de casi once mil "ayeres" lo veo con amor, con cariño, a veces con nostalgia, pero sobre todo como una gran lección. Lecciones académicas, familiares, sentimentales, etílicas, laborales, lecciones aprendidas, y lecciones que aun tengo por aprender.

Ayer lo disfruté montones, ayer ya pasó. Ayer queda como una marca indeleble que me marcó en muchas cosas, ayer me enseñó a esperar ese mañana. Un mañana al lado de mis seres queridos. Un mañana al lado de mis viejos recuerdos. Un mañana incierto, un mañana que será la consecuencia lógica (espero) de mi hoy y de mi ayer.

¡Hasta mañana!

jueves, 29 de noviembre de 2007

Un ábaco... por favor!!!

En un curso de Gestión de la Calidad de la Maestría, el profesor compartía con nosotros dos fases de los clientes: el "Evangelizador" y el "Terrorista". El primero comparte con la gente sus buenas experiencias; el segundo comparto con quien pueda los tragos amargos por los que pasa. Hoy ambas personalidades (al estilo de Dr. Jekyll and Mr. Hyde - como nos lo recuerda no hace mucho Gabo) escriben al unísono, y presento formal reclamo ante la situación vivida anoche.

Desde hace ya algunos años soy cliente del BAC (Antiguo Banco de San José) y de los servicios de Credomatic (American Express). Mi relación con el BAC siempre ha sido excelente, NUNCA he tenido queja alguna.

Las Farmacias Fischel forman parte de esta Red de Pagos. (Información suministrada por un amable representante de SERVICIO AL CLIENTE en el teléfono 295-9898).

Ayer me disponía a cancelar el saldo de mi tarjeta de crédito. En el día, por obligaciones laborales y posteriormente en la noche por las universitarias, no pude ir a una agencia del banco, por lo que decidí utilizar los servicios de la Red de Pagos del BAC, específicamente en la Fischel Barrio Roosevelt.

No iba a comprar productos farmacéuticos, solamente me disponía a cancelar el saldo de mi tarjeta; por lo que decidí dirigirme a la Caja Registradora (¿Acaso piensa el ineficiente que esta detrás de ésta que se llama así por resultar ser un híbrido de inutilidad entre CAJA Costarricense de Seguro social y REGISTRO Nacional? - No lo sé, pero a continuación les explico por que me refiero de esta manera al señor cajero).

Después de 10 minutos de hacer fila para que atendieran a las TRES personas delante de mí me tocó mi turno. Le dije "Buenas noches, vengo a pagar mi tarjeta de crédito". Me preguntó el monto y se lo indiqué. Me dijo que era mucho dinero y que necesitaba tiempo para contarlo. Me dijo que necesitaba atender a los CLIENTES primero (¿Acaso no soy un cliente yo también?).

Pues bien, conciente de que en efecto NO era poco dinero, le dije que no había ningún inconveniente. Por lo que le dije que podía esperarme a que atendiera a los cinco CLIENTES que estaban detrás mío (incluyendo CLIENTES que iban a cancelar los servicios de telefonía celular).

Al llegar mi turno, le dije que me atendiera (la fila había crecido aún mas y ya era hora de que me atendiera). El cajero me miró y me volvió a decir que era mucho dinero, que lo tenía que contar... ¿Acaso no tiene que contar TODO el dinero que recibe? En ese momento sí me dio un poco de cólera y le respondí: "Pues a contar se ha dicho, no puedo esperar más".

A regañadientes comenzó a contar el dinero. En ese momento pidió ayuda a alguna integrante del personal y ella le dijo que la farmacéutica estaba verificando si me podían procesar la transacción. En este momento le pregunté a la no tan amable señorita: "¿Cuál es el monto máximo que puedo cancelar?" Y me dijo que no sabían. ¿Existe un límite para recibir dinero? ¿Si hubiese estado pagando esa cantidad por concepto de medicamentos, me hubieran puesto tantas trabas? En ese momento, ante la impotencia de darme una respuesta satisfactoria, el cajero atinó a decir: "Nosotros tenemos prioridades, esto no es un banco, es una farmacia". Le señalé la calcomanía que dice "Red de Pagos Credomatic" y no supo que responder.

Ya a estas alturas había tratado de contener mi cólera ante la inutilidad de este servidor, y le dije que siguiéramos con la transacción. Su respuesta fue la misma: "Es mucho dinero, voy a durar mucho contándolo". Mi respuesta fue: "Yo no duré cinco minutos contándolo en el banco. Usted es cajero, su trabajo es contar dinero. Yo no soy cajero, no cuento dinero todo el día. Si yo lo hice en menos de cinco minutos, yo esperaría que usted, que cuenta dinero todo el día, lo haga más rápido que yo".

En ese momento mi querido cajero tomó el dinero, lo puso en el sobre y me dijo: "Señor, váyase se aquí, si usted no me respeta, no lo atiendo". ¿No lo respeto... yo? ¿Quién fue el que me hizo perder más de quince minutos? ¿A quien se le negó un servicio? ¿A quien se le estaba poniendo toda traba para que no pagara? Atención, estaba tratando de CANCELAR EL SALDO DE MI TARJETA. NO estaba retirando dinero, estaba desprendiéndome de dinero para honrar una deuda. ¡El colmo! No me quieren recibir dinero. Tomé el sobre y se lo coloqué nuevamente en el mostrador y le dije: "Usted me tiene que atender". Su respuesta fue un NO rotundo. Le pregunté su nombre, y de manera desafiante y retadora tomó el gafete que colgaba de su cuello y me dijo: "Aquí dice mi nombre". El gafete leía "Marvin Ortiz". Gracias señores del departamento de reclutamiento... su proceso de selección de personal es el óptimo, y "Marvin" es un vivo ejemplo de ello. Marvin llamó al guarda de seguridad y me invitó a salir.

Me fui. Decido a CANCELAR EL SALDO DE MITARJETA, y decidido también a hacerlo en una Farmacia Fischel, me dirigí a la Fischel Farmax Pinares (Del cruce de la antigua Galera 1.5 Km. al Este, Curridabat). También estaba decidido a comprar un ábaco y regalárselo a Marvin, después de todo este simpático objeto sirve para facilitar cálculos sencillos (sumas, restas y multiplicaciones). Yo solamente necesitaba que Marvin sumara, ¿no?

Pues bien, entro a la Fischel Farmax Pinares, repito la misma rutina, me dirijo a la caja y le dijo a la cajera: "Necesito pagar mi tarjeta de crédito". Cuando le dije eso fue como si hubiera invocado al mismo Satanás. En automático me preguntó: "¿Cuánto es el monto?" Le respondí y me dijo: "No podemos procesar su transacción". En ese momento me percaté de que TRES guardas de seguridad estaban detrás de mí. Le dije a la señorita: "Necesito que me diga cual es el monto máximo que puedo cancelar". Se puso de pie y me dijo que iba a averiguar, le pedí que por favor lo trajera por escrito. Unos dos o tres minutos después regresó a la caja acompañada de un miembro del personal de la farmacia. Atendieron a una señora que se encontraba después de mí y no me dijeron nada. Evidentemente tenía que preguntar: "¿Usted me va a atender?". A lo que el nuevo incompetente responde: "¿Qué desea hacer?" ¡Y va de nuevo! "Pagar mi tarjeta". "No se puede" "¿Por qué?" "NO HAY SISTEMA"...

Le pregunté "¿Cuánto es el monto máximo que puedo pagar?" y con una sonrisa de astuto y sarcástico me respondió: "Depende de lo que deba". ¿Es esa la respuesta a mi pregunta? Le repito nuevamente que si me podía ayudar con la transacción, y lo que obtuve fue silencio como respuesta y una cara que denotaba un estado de embriaguez de autoridad ante mi impotencia en esta situación.

Señores de la Fischel, suficiente relajo se tienen con la inutilidad acumulada, ¡y ahora me salen con un mentiroso! Le dije que la señorita que me había atendido originalmente NUNCA me mencionó que no tenían sistema, antes bien, REHUSÓ procesar mi transacción porque el monto era muy elevado. Me dijo: "No tenemos sistema... el sistema es nuevo... no lo sabemos usar muy bien... es de reciente instalación... no le podemos ayudar... VAYA AL AM-PM...etc. O sea, no solo me niega el servicio, ¡me refiere a la competencia!

¿Qué pienso yo en este momento? Pues bien, Marvin NO sirve para CONTAR dinero, pero SÍ sirve para CONTAR a los demás miembros del personal de Fischel lo que sucedió. ¡Cajeros del mundo... uníos!

Pues bien, ya aquí estoy al borde de la desesperación. Le pedí al señor una constancia que indicara que NO me había querido procesar la transacción. Me dijo que gustosamente me la daba. Se desapareció y se metió en un cuarto. (¿Estaba hablando con Marvin?) Regresó y me pidió mi nombre y mi cédula. Al rato regresó y me dijo: No le puedo dar la nota que me pide. Le pedí su nombre y me lo anotó en un papel: Luis Hernández. En ausencia de gafete guindando de su cuello, le pedí que me devolviera la cortesía y que me enseñara su cédula de identidad (tal y como yo lo hice con él): "No señor." "¿Por qué no?" "¡Por que no estoy obligado!" "Muy conveniente... buenas noches"

Nuevamente, decidido a CANCELAR EL SALDO DE MITARJETA me dirigí al AM-PM. El más cercano es el de Curridabat, por Motores Británicos. Le pregunté al cajero que si podía pagar la tarjeta y me dijo que sí lo podía hacer. Le pregunté que si existía un monto máximo, sonrió y me dijo que no. Fuimos a la oficina administrativa, CONTÓ el dinero, bajamos a la caja, y Alexander Madrigal Corrales SÍ me ayudó a CANCELAR EL SALDO DE MI TARJETA.

Lecciones aprendidas:
1. No regresar a la Fischel.
2. Si regreso, comprar solamente medicamentos.
3. Si compro medicamentos, NO discutir con el cajero.
4. Si necesito usar la Red de Pagos Credomatic, ir directo al AM-PM (Nota: Si va a Fischel NO lo atienden, antes bien, lo refieren al AM-PM).

Preguntas:
BAC/ Credomatic:
¿Cómo seleccionan a sus representantes? Nunca había tenido un problema con esta institución, pero situaciones como esta no solo habla mal de Fischel, habla mal, muy mal de ustedes. No basta con buscar un "buen nombre" y una "buena cobertura", cuando se busca ayuda externa para FACILITAR a los usuarios el acceso a los servicios, se debe de ejercer cierto control para garantizar que la calidad sea consistente tanto su institución como en quienes los representan.

Fischel:
¿Cómo seleccionan a su personal?
¿Una vez seleccionado, le dan algún tipo de capacitación en servicio al cliente?
¿Han revisado lo que dice su sitio de Internet? ¿Sus empleados saben lo que dice?:
"La cadena de Farmacias Fischel S.A. esta compuesta por un conjunto de farmacias modernas y amplias, en donde se combina la atención y el buen servicio que se brinda..."

Si me responden, les cuento :o)

martes, 27 de noviembre de 2007

Soy acaso un reloj para ser ajustado?

Hoy en la mañana tomé el bus para venir al trabajo. Ese microcosmos ambulante lleno de desconocidos. Lleno de miles de historias. Iba de pie. El sujeto a mi lado asumo iba tarde, y yo, puntual como de costumbre.

Puntual, esa es una de mis características. Puntual y celoso de mis cosas. En este caso, celoso de que un extraño observara mi reloj. Tanto lo veía y tan desesperado estaba por llegar a algún lugar, que me acordé de mi amigo Gabo y su extraña pregunta: "Soy acaso un reloj para ser ajustado? Si lo fuera sería de esos que retan a su propio mecanismo yendo de atrás para delante de manera impredecible… impredecible sí, que tanto en el caso del reloj como en el mío sería sencillamente hacer todo lo contrario a lo que se supone que deba hacer…"

¿Acaso esta interrogante del si soy o no un reloj no les resulta rara? A mi en lo personal me recordó a mi querido Gregorio y por supuesto a su creador, Kafka (Gregorio, ¡pobre! Yo incluso lloré al terminar el libro. Me gustó tanto que se lo di a mi hermanita para que lo leyera - ¡que buen hermano! - y llorara conmigo). ¿Se imaginan despertar un día siendo reloj? ¡Y ojala ser uno de esas baratijas chinas que atrasan no porque quieren, pero porque no pueden continuar!

Pues bien... continúo mi viaje en bus, con este sujeto observando mi reloj. ¡Mi reloj! Con lo tanto que me gustan y lo mucho que detesto que observen el mío. Recuerdo hace algunos años mi primer reloj, un Casio, súper lindo, de fajilla de hule, especialmente diseñado para el niño inquieto que era. Luego otro Casio, con calculadora, ¡especialmente diseñado para el niño malo en matemáticas que era! (y que sigo siendo). Luego un Swatch (de 1988 - todavía lo conservo), después un Benetton, luego un Quicksilver, luego Citizen, y un Fossil, o el otro Swatch de la serie Irony, o el G-Cool (Edición limitada), o el Tissot, ¿y el Polar?, y el otro Tissot... Ese Tissot que andaba hoy y que el sujeto desconocido observaba. ¡Maldito!

Quise regresar a los tiempos del primer Tissot, donde lo andaba adelantado media hora. ¿Cuál era el propósito de esto? ¡Atarantar a la gente! (Atarantar: Viene de tarántula, y significa aturdir causar aturdimiento
, confundir, desconcertar, pasmar). Cual tarántula relojera, los dejaba que observaran el reloj, se asustaran, y cuando me preguntaban: ¿Esa es la hora?, con todo el aplomo del mundo les respondía: Si, esa es la hora. En mi fuero interno me revolcaba de la risa, pero mantenía la compostura, les hacia cara de serio, cambiaba el tono de voz y de la manera mas grave les preguntaba: ¿Va tarde?

Eso se lo hacía a las personas que observaban irrespetuosamente mi reloj. También hacía lo mismo con los que me preguntaban ¿Qué hora tiene? ¡Esa es la hora que tenía! A los que me preguntaban ¿Qué hora es? sí les restaba la media hora. Lo incómodo era cuando alguien me preguntaba de una manera y le daba "mí" hora, y acto seguido otra persona me preguntaba de la otra manera y les daba la oficial...

Necesitamos ser relojes para ser impredecibles, no. Libertad, libre albedrío, principio de autonomía de la voluntad, ser, poder ser y disfrutar siendo. Seamos como somos, y disfrutemos.

jueves, 22 de noviembre de 2007

De las monjas.

Hoy decido elegir la forma impopular y escribo en contra de las hermanitas...

¿Qué es una monja? Es el femenino de "monje" y el diccionario nos dice que es una religiosa de alguna de las órdenes aprobadas por la Iglesia, que se liga por votos solemnes, y generalmente está sujeta a clausura.

El mismo diccionario me sugiere ver las siguientes opciones: besico de monja, carrillos de monja boba, devoción de monjas, escrúpulo de monja, hilo de monjas, pellizco de monja y por último vicario de monjas. Se los dejo de tarea, pero les recomiendo el "escrúpulo de monja" (suena como a postre ¿no?... Señor, déme por favor un suspiro limeño... no, no, ¡prefiero un escrúpulo de monja!)

Pero bueno, sigamos con las monjas, las terroristas ocultas. Es una teoría muy personal y desde luego, no he encontrado muchos simpatizantes de tan raros especimenes, pero piensen bien lo que les digo:

1. Las monjas NO son familia de nadie. ¿Cuántas primas, hermanas o tías suyas son monjas, o bien, han considerado serlo? Tan no son familia de nadie que llaman a su cabecilla "Madre", y no cualquier madre... ¡es la Madre Superiora! y a sus compinches las llaman "Hermanas"... ¡hermanas!
2. Las monjas NO tienen amigos. ¿Cuántas veces ha salido usted a ponerse al día con su amiga la monjita que tiene días de no ver?
3. Las monjas NO van a misa. ¿Cuántas veces se ha llegado a sentar a la misa y dice: "¡Putis... esa monja me quitó el campo!"?
4. Las monjas NO tienen sedanes o coupes. ¿Cuánto dinero han hecho los distribuidores de camionetas con ellas? ¡Siempre andan en camionetas!
5. Las monjas NO andan solas. Siempre se mueven en grupo.
6. Las monjas tienen algo que se llama "hábito". Sí, me pueden decir que mi amado diccionario dice que "hábito" es un vestido o traje que cada persona usa según su estado, ministerio o nación, y especialmente el que usan los religiosos y religiosas; PERO yo digo lo siguiente: Después de analizar todas esas conductas sospechosas que caracterizan a este grupúsculo... ¿no pensarían ustedes mal del "hábito" que ellas tienen? ¿Cuántos y cuales hábitos más tendrán?

No sé si los perdí en el punto número tres, o bien en el uno, pero analicen lo dicho. Agnes Gonxha Bojaxhiu... alias Madre Teresa ¡Un Osama disfrazado! Dicen que antes de morir gritó: "Allahu Akbar", y explotó. ¿Misionera? Sí. ¿Cuál era su misión? Aun no lo sabemos, pero sí sabemos que dejó a muchos seguidores para que continuara con su obra... He dicho.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Del llegar y otras cosas...

Hace días no visito a mi amigo el procesador de texto, quizá porque no he querido, o quizás porque no he podido, pero en fin, esto no se trata de llegar primero, si no de saber llegar...

Y es que esto de "llegar" a veces es tan importante, y en otras es tan difícil. Se llega al trabajo; se llega a la casa; se llega a la fiesta; fulanito le "llega" a fulanita, o bien, fulanita le "llega" a fulanito; llegamos los dos, ¡y al mismo tiempo! Que detallazo cuando se llega de esa manera.

En fin, pasamos todo el tiempo tratando de llegar a algún lugar, de llegarle a algo, o de llegarle a alguien. Llegar, venir... venir ver y vencer... Veni, vidi, vici... ¡Latín! Nada como nuestra lengua madre y un poco de cultura general. Julio César ya lo dijo en el 47 antes de Cristo ¡y vaya manera de decirlo! No es cuestión de decirlo simplemente, ¡es cuestión de saber decirlo también!

Llegar da una sensación de inicio, "llegué a tal lugar", me da la sensación de que persigo un fin especifico y que por eso trasladé mi corporeidad de un lugar a otro. "Llegó fulanito", me da la sensación de que esperaba a este mentado fulano para que hiciera algo. Y a propósito de fulano, ¿quien demonios es Fulano? Hasta hoy que escribo estas líneas me pregunto por él y lo busco en el diccionario. Fulano: del árabe hispánico "fulán", este del árabe clásico "fulān", y este quizá del egipcio "pw rn", o sea, este hombre. Usada para aludir a alguien cuyo nombre se ignora o no se quiere expresar. Benditos árabes y sus maravillosos aportes, que van desde exóticas comidas, pasando por bellos aportes lingüísticos, hasta las más novedosas maneras de derribar construcciones (lamento mucho la pérdida de vidas inocentes, pero al Cesar lo que es del Cesar, ¡¡¡¡que logística la de estos muchachos!!!!)

Y ahora que hablo del fulano, se me viene a la cabeza otra palabra que siempre decimos pero que y talvez nunca hemos siquiera escrito, o pensado su significado, se trata de la famosa tarabilla... de nuevo el magnifico RAE me dice: Derivada del árabe hispánico ṭaráb, y este del árabe clásico ṭarab, música. ¿Cuantas veces no han pensado cuando un FULANO que viene LLEGANDO y habla mucho es una legítima TARABILLA?

Ahora, después de ver de donde viene la palabra tarabilla, ¿no se trasportan mágicamente a la Alhambra y se imaginan a estos árabes ocupando España cantando algo total y absolutamente ajeno para los españolitos de la época? ¿Y no se imaginan al famoso Manolo (para no usar mas a Fulano) llegando de prisa a hablarles a ustedes agitado, sudoroso, acongojado, hablando rapidísimo, gesticulando y no entenderle nada? ¿Acaso a veces no somos ese español frente al árabe? ¿Acaso no somos a veces ese Manolo? ¿Seremos todos fulanos tratando de llegar a algún lado para ser percibidos quizá como tarabillas?

Esa sensación de "inicio" que tiene el "llegar" no es tal. Pues esto LLEGÓ a su fin, porque sí, hasta el fin LLEGA.

martes, 6 de noviembre de 2007

El Modelo de la Gallina.

Para los que no me conocen, y para los que me conocen y desconocen que regresé a la U, les dedico este artículo. Me ha hecho demasiada gracia, y recientemente lo compartí con un muy buen amigo quien me dió la idea de ponerlo acá para que ustedes lo puedan leer, espero lo disfruten :o)

Resulta que en uno de los cursos, un profesor (¡Excelente profesor! - Yuri Kogan, más que profesor, un verdadero Maestro) nos dejó la tarea de complementar el Modelo de la Gallina, llamado así porque cada una de las palabras que lo conforman inician con "Co", de manera tal que son un montón de Co, Co, Co, etc, lo cual simula el sonido de la gallina, Cooooo Cococo Cooooo... ustedes me entienden.

Aquí están las instrucciones del profesor:

(...)
Y la tarea: después de leer el Modelo de la Gallina (archivos 4 y 5 de la presentación en el campus), ofrezcan, por favor, uno(s) CO´s más. Las condiciones:
* Si usted ofrece un CO que ya existe en el modelo, pierde un punto.
* Si usted ofrece un CO nuevo, gana un punto (siempre y cuando este CO de verdad es una característica de equipo de trabajo).
* Si usted ofrece un CO que ya ha ofrecido por uno de los compañeros, no gana un punto si este CO es nuevo, es decir, no existe todavía en el modelo, y pierde un punto si no es el CO nuevo, es decir, ya está en el modelo.
(...)

Evidentemente TODOS comenzaron a escribir COs para ganar puntos, COmpensador, COestelar, COlocación, COlectividad, COmpartir, COmpenetración, COmodidad, COncausa, COndecir, COnducir seguido de un laaaaaaaaaaaaaaaaaargo etcétera.

Aquí les pongo mi respuesta, saquen ustedes sus conclusiones:

COs como característica de equipo de trabajo dependiendo de para que queramos formar el equipo:
COcainómanos si queremos un cartel.
CObradores si queremos una empresa de recuperación de dinero.
COcineros si queremos dedicarnos a la industria alimenticia.
COcedores si estamos en la industria de la cocción o concentración de un producto.
COstureros si queremos estar en la industria de la costura.
COcheros si lo estamos en la de transporte.
COchinos si en realidad no nos interesa el fin del proyecto y nos "vale".
COchureros si cuidamos el fuego en los hornos de destilación del azogue en Almaden, España.
COcoleros si somos panaderos dedicados a hacer o vender solamente cocoles.
COcteleros si queremos tener un bar como Tom Cruise en Coctail.
COdelicuentes si nuestro proyecto atenta contra los bienes jurídicos tutelados por el ordenamiento.
COetaneos, caso contrario, como podrías trabajar en equipo?
COhechadores, si nuestro proyecto implica sobornos y corrupción.
COherentes en nuestro verbo y nuestro actuar.
COimputados, si nuestro proyecto es que nos declaren inocentes de la misma causa.
COlactaneos, si somos hermanos de leche que desconocemos nuestros padres y queremos encontrarlos.
COleccionadores, si nuestro proyecto se basa en coleccionar "x" cosa.
COlectores, si planeamos recaudar cosas.
COlegiales, si uno de los requisitos de un proyecto es cursar estudios secundarios.
COlonos, si queremos colonizar un territorio.
COloquiales, si le queremos explicar algo complejo a algún "lego" en "x" materia.
COlusores, si queremos estrictamente dañar a un tercero.
COmandantes, si el proyecto demanda tal rango para poder participar en el.
COmbatientes, si nuestro proyecto esta en el campo de batalla.
COmecocos, si buscamos enajenar o convencer a alguien.
COmediantes, si el proyecto es escribir una comedia.
COmpiladores, si el proyecto es ofrecer "COs" y ya los mas "normales" han sido mencionados por el resto de los compañeros.

El día de revisión don Yuri solo sonrió y me agradeció por mi sentido del humor...

martes, 30 de octubre de 2007

Comida Express

Después de haber leído la mayoría de lo que he escrito, podrán imaginarse que últimamente he andado bastante en bus. Hay muchas cosas que disfruto al usar este medio de transporte, como lo pueden ser la economía de gasolina y mantenimiento en general del carro, el evitar el estrés de manejar, el poder leer, dormir o escuchar música mientras hago cualquiera de las dos anteriores, el encontrarme con viejos conocidos, etc.

Habiendo dicho lo anterior, y aclarando que no odio del todo andar en bus, hay cosas que no tolero, y una de ellas es el tener que soportar a la gente comiendo en un ambiente tan cerrado como lo es el bus. Me ha tocado de todo, desde el pollo mas grasoso hasta el mas seco; de las papitas fritas de Mc a las papas de bolsa llenas de sal y grasa que cuestan cien colones (cancerígenas, fijo); me han tocado no solamente ver a la gente comer, pero a la gente vender esos alimentos en el bus. El mas desagradable todos: una pareja de vecinos del hermano país del norte comiendo pejibayes al estilo "National Geographic", me explico, el macho cabrío, el alfa de la manada, el que ganó a la más hembra de todas, tomaba un pejibaye de la grasienta bolsa de plástico transparente, lo tomaba con sus manos (o garras) y lo pelaba con la boca, para posteriormente alimentar a su manceba con una hermosa fruta. Todo eso lo hacía mientras hacia malabares para sostenerse de pie... OK, de pie, imaginemos sus grasosas manos en el tubo (tubo! tubo!)...

Pues bien, dicho lo anterior, un día me dije "No más!!!" Haré lo mismo. Y un día de estos me convertí en otra animal. Antes de subirme al bus me compré un batido de la Pops (o de la Poks) y procedí a "abordar la unidad". Al estar en la "unidad", inicié con el ritmo, tomé y tomé hasta llegar al final, siempre rindiéndolo un poco para esperar que mas personas entraran. Al llegar al final seguí sorbiendo, literalmente bebía aspirando y aspirando más. Desconozco cuantos de ustedes se han bebido un batido de la Poks, pero la contextura de la pajilla, la forma del vaso, y los restos del batido hacen que dicha actividad antes que solamente física se convierta en una manifestación sonora como pocas, máxime un bus.

Sorbía y sorbía, sonaba como el aparato que ponen los dentistas en la boca de uno para eliminar la saliva mientras trabajan. Frrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrsss, frrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrsss, frrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrsss, frrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrsss, frrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrsss y nadie volvió a ver.

Era como si todos estuvieran en su propio mundo. ¿Qué pasa? me pregunté, ¿acaso seré yo el único coprófago que se molesta de ver a los demás comer en el bus? No lo sé. Ese día nadie dijo nada. Era como si todos respetaran un acuerdo tácito que dice: Favor no moleste al pasajero que ingiere alimentos en el bus.

¿Les ha pasado a ustedes? ¿Se atreverían a comer en un bus?

viernes, 19 de octubre de 2007

La noche oscura del alma.

En teología (acaso en filosofía también, ¿o puede que las dos cosas sean una misma?) se habla de la noche oscura del alma. ¿Qué sucede en esa oscuridad? Se dice que la noche oscura pueden ser "terribles pruebas que dios envía al hombre para purificarlo". ¿Cómo puede llegar uno a la oscuridad del alma? Yo manejo la teoría de que es a través de la iluminación.

Solamente cuando uno cuestiona lo que tiene (llámese fe u otra cosa), despeja los nublados del día. Cuando tenemos esa certeza, cuando asumimos que lo que tenemos es eterno y no lo vamos a perder nunca, estamos en una situación de "confort" en la que no vale la pena siquiera el cuestionarse ¿qué pasaría si...?

Esos nublados no pueden ser más que nubarrones, pero ¿y qué?, ¿no es acaso mas cómoda la sombra que el calor del sol? No comprendo la alusión a la oscuridad, no comprendo porque las tinieblas son malas, no comprendo porque debería de buscar la luz para salir de este estado de incertidumbre. ¿Acaso busca la deidad, o sus representantes terrenales, sofocarme al empujarme a la iluminación? ¿Acaso el mecanismo social me empuja a ser un siervo de la gleba? ¿Acaso necesito de todas esas instituciones "sociales" para ser exitoso? ¿Es el trabajo, la educación, la familia, el matrimonio algo tan sagrado para anteponerlo a mi libertad?

La oscuridad me rodea, me abraza, me arrulla. Ese calor me arrojó de sus brazos al vacío, ¿era dios? (de nuevo en minúscula y al propio), lo desconozco. Mi libre albedrío me trajo donde estoy y mi libre albedrío se supone debe de ser la "luz" que me guíe.

Negra noche que gobiernas este valle de lágrimas, negra noche que nos envuelve, negra noche cómplice de nuestras andanzas. Y claro, como lo dice Joaquinito: "La noche que yo amo es turbia como tus ojos, larga como el silencio, amarga como el mar." Solamente me queda repetir el "Negra noche, no me trates así, negra noche, espero tanto de tí."

Hoy es un día oscuro, bello de una manera diferente y muy particular, no sé si quiera ver la luz al final del túnel, desconozco si prefiero dirigirme al lado opuesto y explorar todo eso que está ahí.

viernes, 5 de octubre de 2007

La esperanza de un nuevo día y la realidad del mismo.

Una canción de Sabina dice: … pero ya no era ayer, sino mañana… ¿Qué pasa cuando se hacen planes y eso sucede? Me explico, ¿qué sucede cuando “ayer” dejo de serlo y se hizo “mañana”, o sea, mi “hoy”?

Muchas veces hacemos planes para un nuevo día, una nueva semana, incluso un nuevo año (esos benditos propósitos de año nuevo… voy a perder peso, voy a estudiar antes del examen, voy a ponerme en contacto con aquél amigo que no veo de tiempo ha, etc.) y por algún motivo, esos planes no se dan.

De alguna u otra manera todo se complica y lo que teníamos planeado no sucede porque cosas mas urgentes salen a nuestro paso. ¿Es eso bueno? Recientemente estaba leyendo un artículo que decía que teníamos que es necesario diferenciar entre lo urgente y lo importante. Lo urgente es algo que por su inmediatez demanda nuestra atención en ese momento, desplazando, borrando, ignorando todo aquello que habíamos planeado. Lo importante es aquello que, a pesar de no ser urgente, tiene un valor tal, que veremos sus frutos en algún momento dado.

Hace ya algunos días me había propuesto escribir un “artículo” por semana, para mí es súper IMPORTANTE, pues me ayuda a relajarme, me transporta a otros lugares, me hace sentirme libre y creativo. Incluso me da aires de importancia a veces, como escribí anteriormente, yo les doy una parte de mí al escribir, y al estar en frente del blog, y saberse leído, y no solo saberse leído, pero recibir comentarios que confirman la creencia anterior, es demasiado gratificante.

La semana que termina el día de hoy ha sido muy difícil, larga, diferente, complicada, y de alguna manera URGENTE, tan urgente fue, que no había podido escribir. Ahora, antes de irme al Teatro Nacional a disfrutar del “Concierto para piano y orquesta” de Schumann me puse a pensar que no lo podía disfrutar sin haber hecho las cosas importantes para mi. Así pues, hago realidad la esperanza que tenía, escribo, y disfruto la realidad de este momento, espero que la pasen muy bien :o)

jueves, 27 de septiembre de 2007

La Honradez y el Trabajo

Hola, hoy decidí "reciclar" algo que había escrito hace unos meses, es sobre mi abuelito, a quien amo y admiro:

Un 03 de agosto de 1919 en San José nace el señor Humberto Álvarez Carranza. Hijo de un hogar humilde y que afrontaba muchas dificultades, no tuvo el gusto de conocer a su madre y desde muy joven afrontó muchas necesidades. Se inicia en las labores de la construcción y eventualmente se convierte en un “Maestro de Obras”. No puedo evitar que al momento de escribir este párrafo se me humedezcan los ojos… don Humberto, conocido por muchos solamente como “Álvarez” o bien “Papibeto”, para nosotros sus seres cercanos muere el año pasado; muere el 26 de mayo del 2006.

Papibeto, mi viejito lindo, el abuelo que cualquiera se pueda desear, un abuelo de lujo, luego de una larga vida nos deja miles de recuerdos, los que rescata un tío para estas fechas son dos: la honradez y el trabajo, yo con su permiso, me extenderé un poco más.

En un recorte que data del tiempo de su juventud dice lo siguiente: “El sábado próximo y para celebrar el nuevo año con la fundación de su hogar, recibirán la bendición religiosa que les unirá en matrimonio, los estimables jóvenes don Humberto Álvarez Carranza y la gentil señorita Victoria Navarro Monge, ceremonia nupcial que se ha de efectuar a las seis horas, en la Iglesia de Nuestra Señora de Las Mercedes. El novio, es un obrero honrado, trabajador, caballeroso…Su prometida es una señorita virtuosa, llena de candor y de dulzura, que será la magnifica compañera de quien va a ser su esposo…” Se casan un 31 de diciembre, fecha que significará durante toda mi vida la celebración del aniversario del matrimonio de mis abuelos más que el cambio de año. Durante más de sesenta años (sí, mas de sesenta años) mi abuelo acompañó a esa señorita virtuosa, llena de candor y de dulzura.

De Papibeto aprendí muchas cosas, recuerdo que pasé muchas tardes con él, fue mi abuelo, mi amigo, mi Maestro. A pesar de no haber contado con una educación formal, la lucidez de mi abuelo había sido adquirida a través de golpes, de experiencia, de vida; de una vida hostil que él supo afrontar con mucho aplomo. En clases de Filosofía del Arte, don Roberto Villalobos Ardón (otro gran Maestro) nos decía a propósito de Santo Tomás de Aquino y su Summa Teológica: “¿Puede un hombre enseñarle a otro hombre y llamarse a sí mismo maestro?”

Pues bien, como dije al inicio, mi abuelo, un sencillo Maestro de Obras, no solo era eso, era un Maestro de Vida, el nos enseñó mediante el ejemplo la honradez, siempre me decía “Uno es honrado hasta el día en que quiera serlo”. La honradez como una toma de decisión diaria, como un compromiso que se debe de afrontar día a día, como un eje rector de nuestras vidas. Con su sencillez de palabras me ponía siempre ejemplos de la vida con frases como: “Es como un buen operario…” y ahí elaboraba su lección.

Su dedicación al trabajo era notoria, la calidad de sus entregas le garantizaron innumerables oportunidades de trabajo, incluso en su retiro, la gente le pedía sus servicios. No solo honradez y trabajo nos legó, de él recuerdo su gran humor, su puntualidad; como mínimo llegaba a sus citas media hora antes, nunca tarde, nunca. De él recuerdo los paseos en carretillo cuando me llevaba de niño a comprar material, de él recuerdo los juegos de naipes en los que me dejaba ganar para verle esa sonrisa en su cara, de él recuerdo el cariño que nunca me negó, los besos que me daba, los abrazos fuertes. De él recuerdo que cuando niño lo veía como un señor fuerte y grande como un roble, ya más viejo, lo veía como noble anciano, regordete, bajito y super entretenido. De niño recuerdo tener pesadillas con que él moría, y en la madrugada llamaba a su casa para despertarlo y preguntarle si estaba vivo, ya ahora no lo puedo llamar, ya ahora solo me quedan sus vivos recuerdos.

Mi viejo nos dejó el año pasado físicamente, pero su alegría nos acompañará siempre, detrás de sí dejó a esa mujer que estuvo a su lado toda la vida, mi hermosa abuelita; con ella tuvo seis hijos, diecisiete nietos, cuatro bisnietos y miles de miles de recuerdos.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Una parte de mí...

Hace no mucho subiendo al bus (Jajajajajajaja, sigo con mis andanzas de bus! En lugar de diario de un peatón esto es como el semanario de un usuario de bus) me di un golpe en la mano derecha. Luego de haber expresado todas las maldiciones que pude, me miré la mano. Un pedazo de piel y un poco de sangre resaltaban, pequeños ambos, y sin ningún significado aparente en el momento.

Como los machos hice lo que procedía (jajajajaja, ¿muy dramático no?) y me arranqué de un tirón el pellejito. Cuando me disponía a tirarlo en el basurero que estaba al lado mío no pude más que pensar que me disponía nada menos que a tirar una parte de mí. Una parte que no estaba destinada a ser perdida, no era un cabello, una uña, no, era mi piel.

Comienzo, por lo visto, el proceso de cavilación (De cavilar, del latín cavillāre - tan lindo el latín!). ¿Porqué desechar una parte de mí?, ¿porqué dejar una parte de mí (yo que me considero tan valioso), en un bus?

Luego comencé a pensar en todas las cosas que uno deja en el camino o en los lugares donde está. He dejado sudor, lagrimas, piel, sangre; y a pesar de haber dejado todo eso detrás, mi "todo" continúa existiendo. Yo sigo acá, me he regenerado, cuál ave fénix mi cuerpo se devuelve a lo que era antes y me permite continuar existiendo.

Ya casi a punto de llegar a mi destino, pienso en que no solamente dejo partes físicas de mí, me gustaría pensar que dejo más, un buen o mal recuerdo, una lágrima o una sonrisa, y si fuera una lagrima, ¿acaso todas son de dolor? He dejado indudablemente lágrimas de alegría, así como también me las han dejado a mí. He afectado, de alguna u otra forma la vida de mis amigos, así como ellos lo han hecho con la mía. He afectado incluso la vida de desconocidos, para bien o para mal sin siquiera saberlo. He hecho, me he desecho, me han hecho y me han desecho. En fin, es una jornada hermosa, donde interactúo con muchos, donde soy y me dejan ser, donde "me sé", sé que soy en este preciso momento y en este preciso lugar.

A ustedes en este momento les doy una parte de mí, parte de lo que pienso, parte de lo que escribo, parte de lo que soy. Les dejo eso, así como ustedes me dejan el saberme leído, me dejan la satisfacción de haberme "escuchado" y yo para finalizar les dejo la siguiente pregunta: ¿Qué más dejan ustedes?

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Sin título.

Asistí a una exposición de "Escultura moderna española con dibujo". Ver esculturas de Dalí, de Gaudí y de Miró en Costa Rica es verdaderamente refrescante. Curioso que los genios recién mencionados tengan "acento" en la última vocal (¿Será Rubén una excepción a la regla?). Pues bien, traigo esto a colación a propósito del título de este artículo (Sin título). En la exposición varias de las obras carecían de nombre. Siempre me ha llamado poderosamente la atención que después de hacer un esfuerzo para "crear" algo, un artista decida no ponerle nombre a su creación. Me parece que es como rendirse al final de la jornada, pero bien, no soy quien ni este el momento para juzgarlos a ellos.

Pues bien, mi artículo, después de haberlo pensado bien, debería de llamarse "Sin título". Me explico. A pesar de que esto que ustedes leen es texto (me refiero a que está escrito) al leerlo ustedes pueden escuchar en el interior de su cabeza como se "forman" las palabras y como "suenan" (acaban de escuchar "suenan" de manera distinta a las demás por las comillas que la acompañan - o al menos eso esperaría). No encuentro que título poner porque quiero hablar de sordo mudos y sus palabras. Y como no me "suenan", no se me ocurre más que negar esa convención social que me fuerza a titular mis cosas. No sé si me expliqué bien, pero honestamente me faltan las palabras (o las señas) para decir lo que quiero.

Siguiendo con mis hermosos viajes en transporte público modalidad bus, la otra vez me sucedió algo que tenía bastante tiempo de no sucederme. Coincidí con un par de sordomudas en el bus. Ambas iban enfrascadas en una conversación que a juzgar por sus gesticulaciones era muy amena. No solo amena, sino particular, la realizaban con sus manos.

Nunca he conocido a un sordomudo, pero me puse a hacer preguntas tontas en mi fuero interno: ¿Cómo gritan? ¿Qué pasa si se quiebran una mano, hablan a medias? Si llegan a utilizar una silla de ruedas, ¿es justo que no puedan caminar (rodar) y hablar al mismo tiempo? Ya conversando al día siguiente con un compañero de trabajo salen más, como por ejemplo: en un funeral, ¿qué hacen para demostrar el minuto de silencio?

En una ocasión fui a una obra de teatro de sordomudos, y al finalizar no se aplaudía, o al menos no se hacía como usualmente se hace (con palmas), antes bien, se levantaban ambas manos y se movían independientemente; lo que me hace preguntarme, ¿porqué no usan la convención social que ya está preestablecida para circunstancias como estas? ¿Porqué diferenciar entre algo universalmente aceptado y algo para una minoría? Si bien es cierto, al aplaudir de manera convencional ellos no escuchan el sonido que se genera, pero visualmente sí perciben las palmas. No sé, no comprendo muy bien esto de los aplausos.

Continuando con las cosas que no comprendo: El Lesco como "lenguaje" de señas Primero no comprendo lo de "lenguaje", "lenguaje" evoca la lengua y su uso, pero bien, no solamente es "conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente" sino que también es una "manera de expresarse". ¿Y las señas? Al ser señas, ¿no sería más sencillo estandarizar el comunicarse y darle "univocidad" e "intersubjetividad" a las señas? ¡Pues no! Las señas varían de lugar en lugar, de manera tal que un sordomudo alemán no necesariamente le va a entender a un sordomudo costarricense. Al parecer se les advirtió, ¡pero no escucharon razones! Esto sí que no lo comprendo, hay idiomas que son muy "guturales" y otros más nasales por ejemplo, pero ¿cómo hacer esta distinción con señas? En fin, no he investigado al respecto y lo que sé lo sé por esas cosas azarosas del destino.

Si alguien me puede dar razones, bienvenido sea. Soy todo oídos (si dijera que soy todo manos se podría prestar para mal entendidos)

viernes, 7 de septiembre de 2007

Cien metros tarde!

Me pasó algo muy curioso camino al trabajo, no sé si ustedes se darán cuenta de esas cosas o no, pero por lo menos yo, siempre estoy atento a esos pequeños detalles.

Ya sea que vaya en mi carro, en bus, en bicicleta o caminando, le pongo atención a la gente que me rodea, es así como he llegado a identificar personas totalmente desconocidas con las cuales comparto horario, me explico: Si salgo en carro de mi casa faltando quince minutos para las seis de la mañana ya se que el señor de la esquina está sacando su perro a caminar, y que el señor que vende tiempos ilegales a los quinientos metros también sale con sus perros. Si salgo a tomar el autobus a la misma hora, me encuentro a la misma señora con el pan fresquito camino a su casa, veo al mismo muchacho corriendo camino a la parada e incluso veo casi siempre dos o tres carros de desconocidos que pasan a la misma hora.

Ya en San José centro mientras camino, veo al muchacho de apariencia desagradable caminando de prisa; veo al ciego que guía al que aparenta tener una especie de retardo; veo a la muchacha que jura que tiene un gran cuerpo y nos arruina la mañana con su espantosa minifalda; veo a la "virgen de pueblo" con su pelo largo y sus zapatos abiertos mostrando sus desagradables dedos cubiertos por una media; escucho las campanas de la Catedral sonar justamente cuando estoy en frente de la escultura de Jiménez Deredia... las campanadas!

Hoy, saliendo 5 minutos tarde me dí cuenta que mi atraso no era temporal, era físico, iba caminando y escuché las campanas cien metros antes de lo acostumbrado, y como en un sueño, iban desfilando ante mis ojos todos los personajes que mencioné arriba, me los encontré cien metros antes, a cada uno de ellos, incluso al que siempre anda con traje entero negro y un libro en inglés (paperback edition - como odio esta presentación tan "desechable" de una obra!!!)
No puedo afirmar que nunca me hubiera pasado, pero de alguna manera las campanadas me hicieron darme cuenta de una manera diferente mi atraso físico, era como si se me hubiera corrido todo literalmente cien metros. Atrasos físicos y no temporales... profesor, me encontraba a quinientos metros de aca, perdón, pero la fila de carros era enorme! O bien podría ser: Jefe, estaba a 25 metros, se lo juro! Pero la aguja del parqueo no se levantaba y por eso llegue tarde! Distancias en lugar de tiempo, me pongo a pensar, distancias.

Si vamos temporalmente tarde y nos apresuramos, no vemos el tiempo pasar, pero si vamos físicamente tarde, y nos apresuramos, pues bien, vemos todo pasar más rapido, edificios, carros, personas, etc. Evidentemente el atraso temporal y su consecuente prisa (si queremos estar temporalmente según lo previsto inicialmente) implica el ver las cosas pasar más rapido, pero cuando se tiene conciencia de lo físico y no solamente de lo temporal las cosas se ven de una manera distinta.

Ahora bien, yo iba cien metros tarde y a ellos me los encontré cien metros antes de los usuales, pero y para ellos? Para ellos yo iba cien metros tarde y me encontraron cien metros después de lo usual. En fin, nos vemos en cien metros.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Aqua - Acqua - Agua...

Agua, viene del latín "aqua". Qué pasa con el agua? El agua nos rodea, sin agua no sabemos que hacer, en realidad poco podríamos hacer. Un día de estos venía en el autobus camino al trabajo y el chofer leía un artículo en un diario de circulación nacional... "Se le metió el agua a Garnier", en clara alusión a una inundación en la oficina del Ministro.

Qué pensamos cuando se mete el agua? Se mete el agua en un edificio y se inunda; se mete el agua en mi casa e inmediatamente miro mi cuadro de Harévalo que peligra por la humedad; se mete el agua en la lamparilla del autobus y me divierto camino al trabajo viendo como el agua se hace de un lado a otro mojando al pasajero que inadvertidamente se sienta bajo ella; se mete el agua...

Se puede hablar del recurso hídrico, osea, perteneciente o relativo al agua. Hidro, hidro significa "agua", así pues, nos dice el diccionario de la RAE, podemos hablar de un hidroavión o bien, de hidrofobia.

El agua se nos mete a todos, un día amanecemos raros, diferentes, atribulados por alguna preocupación, o en extremo felices por una buena noticia y algo nos pasa, "se nos metió el agua".

A otros literalmente se les mete el agua, son los hidrocéfalos! Pobrecitos, literalmente se les mete el agua en la cabeza. Algun galeno impertinente puede llegar a corregirme y decir: NO! No es agua, es líquido cefalorraquídeo. Yo le respondería, hidro es agua. (Si alguno se ve tentado a corregirme, corríjame!). Pero sigamos con los hidrocefalitos, a ellos se les mete el agua en la cabeza. Sí, tienen agua, pero se pueden colocar una válvula y se les sale el agua (o el líquido cerebroespinal), pero bien, algo es algo.

Agua, inundaciones, recursos hídricos, hidroplanos! Me encanta esa palabra, tenía años de no utilizarla, pero, cuando he podido utilizarla? Acaso tengo un hidroplano para hacer mención al mismo? Conozco siquiera a alguien que se haya subido en un hidroplano? Qué bonito llegar a un lugar y poder decir: "Acabo de acuatizar", "Cinco minutos para el acuatizaje", "Lo más dificil fué cuando acuatizamos", "Fué un acuatizaje forzoso", y un largo etcétera.

Continuemos con el agua.

Qué hacemos con el agua? Qué hacemos cuando se nos mete el agua? Unos deciden sacarla con cubetas, otros nos iniciamos en un terreno desconocido y escribimos, se me metió el agua y escribí! O más bien me tiré al agua y escribí? O me embarcaron y escribí? Véase como quiera, escribo y soy feliz, pienso y escribo, leo y pienso, pienso y se me mete el agua y escribo! Gracias por darme ese empujón (o chapuzón?), gracias por ese alentarme a escribir, gracias por leerme. Dejo de escribir, tengo sed, iré por un vaso de agua, salud!

martes, 21 de agosto de 2007

Escribir

Escribir... viene del latin scribere, nos dice la Real Academia Española... tengo que amar esta coordenada espacio temporal en la que me sitúo, pues todo el conocimiento se encuentra a un "click" de distancia. Sí, no cuento con mi edición impresa del diccionario, por lo que recurro a la versión digital. Escribir es, continúa la RAE, el representar las palabras o las ideas con letras u otros signos trazados en papel u otra superficie... Otra superficie... es acaso esta nota virtual otra superficie, escribo en el documento de Lotus Notes (como extraño el Microsoft Outlook), o escribo acaso en la pantalla de cristal líquido? Superficie... vete pensando le diría Savater a su Amador...

Scribere, qué gano yo con saber que "escribir" viene del latín? Cuál es el valor agregado de saber su origen? Acaso quiero sonar intelectual al saber de donde vienen las palabras? Depósito... de depositum; oro, de aurum; plata, de argentum; coprófago... Jajajajaja, esta me encanta! Del griego κόpρος, excremento, y de fago, que come, osea, que ingiere excrementos, i.e., un comemierda! Para eso necesitaba el "depositum"? Para guardar el excremento? Y luego usted amable lector, lo comería? Se considera usted un... antes bien, me considera usted un coprófago? No será el primero, y dios mediante (si, con minúscula, éste no pretende ser el libro de la vida), usted no será el último...

I.e.? Id est ... E.g.? Exempli gratia... V.Gr.? Verbi Gratia... estas lenguas muertas no nos dejan en paz. Estarán muertas de verdad? Quien decretó su muerte? Cómo se decreta la muerte de una lengua? Existe un dictamen forense? Si lo hay, quiero verlo! Lázaro, levantate y anda... Pretende el Papa Benedicto XVI resucitar el latín? Vaya, un decreto, un decreto papal, un decreto que da fin a una prohibición adoptada hace 40 años.

En este momento pienso lo siguiente: yo quería escribir, pero no, aún no es el momento adecuado, aún no estoy preparado, o no sé si estoy preparado y es porque me encuentro rodeado de tanta mierda que no puedo! Ay! Tanta mierda, y tanta hambre en este mundo... coprófagos del mundo uníos!

Ya lo dijo Calderón de la Barca de boca de Segismundo: Yo sueño que estoy aquí, de estas prisiones cargado, y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. Sí, creo que mí vida es una ilusión, una sombra y una ficción, también creo que el mayor bien es pequeño, que toda la vida es sueño, y los sueños... pues sí, los sueños, sueños son.