lunes, 12 de mayo de 2008

De los contrastes.

Contraste. Acción y efecto de contrastar. Oposición, contraposición o diferencia notable que existe entre personas o cosas. Contrastar. Mostrar notable diferencia, o condiciones opuestas, con otra, cuando se comparan ambas. Luego regreso sobre esta idea, de momento la dejo acá de lado para poder continuar.

Este año 2008 definitivamente está siendo muy generoso culturalmente hablando. No sé si será por desinterés que en años anteriores no hubiese asistido a tantas cosas, o bien, por falta de dinero; el punto es que este año ha sido increíble.

Ya anteriormente les había contado de diversas actividades a las que he tenido la dicha de asistir este año. Ahora les cuento algunas otras.

El II concierto de la temporada de la Orquesta Sinfónica estuvo espectacular. Beethoven y Schubert. Comentarios de don Jacques Sagot. Es increíble como escribe este señor y como lo ubica a uno musicalmente hablando. Excelente combinación. El director, pues no sé, a mí en lo personal me agrada Komatsu, pero el director invitado estuvo muy bien (Alejandro Gutiérrez).

Pude asistir a la muestra de Rembrant en los Museos del Banco Central. Ese día disfruté de la compañía de Dani y de Ile. Excelentes personas con quienes compartir un sábado por la mañana y por la tarde. La fila era tal que duramos más de seis horas en poder entrar. Todo por dejarlo a última hora. Luego fuimos a almorzar y la terminamos de pasar muy bien. En la tarde llegué a mi casa y me leí el libro que me compré horas antes: Bocaracá. Sumamente interesante, explica el origen de este grupo de artistas nacionales. Me doy cuenta que don Fabio Herrera es el que propone el nombre que finalmente adopta el grupo y se explican las razones por las cuales lo propuso. No les cuento más, lean el libro, muy bueno.

A la semana siguiente logré comprar entradas para toda la Temporada Oficial de la Orquesta Sinfónica Nacional del 2008. Me sentí muy afortunado en poder hacerlo. Es como una sensación de regreso a la niñez, solamente que ahora sí puedo decidir sobre cuales serán mis regalos. Un excelente regalo. Esto de estar navegando una semana antes de cada concierto ya me desespera. Ahora no, tengo todos los boletos en mi poder.

Ese día que compré las entradas de la temporada, también retiré otras para ciertas actividades del Festival Internacional de las Artes. Ahora les cuento cuales.

Luego de comprar las entradas decidí ir a visitar nuevamente los Museos del Banco Central. Hace algunos días quería ir a ver la muestra de algunos jóvenes pintores costarricenses. Me encantó el trabajo de Munguía y de una muchacha Guillermet, si mal no recuerdo su apellido. Muy refrescantes los dos.

Ese día estaba decidido a dedicarlo al arte, por lo que de seguido me trasladé al Museo de Arte Contemporáneo, donde se exponía una muestra de la obra de Edgar Zúñiga. Como es de imaginar, me compré el libro que tenían y de igual manera lo disfruté montones. Excelente la selección de obras.

Afuera, en el patio de las esculturas estaba el pabellón chino. ¡Sí! El Festival Internacional de las Artes había dado inicio el día anterior. Me aventuré a ver que me ofrecía esa cultura milenaria. Tres gallos. Eso fue lo que compré. Uno dibujado en una calabaza y dos cortados en papel. Seguí caminando por el bulevar de los artistas y vi miles de cosas de mi agrado.

De vuelta a casa me llamó Gabriel y decidimos ir a almorzar. Tomamos como excusa el almuerzo para ir a Multiplaza y ver las vacas que nos faltaban del Cow Parade. Había un par de propuestas interesantes, las otras no tanto. Igual la buena compañía, la comida italiana y las vacas son una buena combinación.

Al día siguiente voy a la Ópera de Beijing. Muy singular, muy diferente a cualquier cosa que un servidor hubiera visto hasta entonces. Los colores, la música, ¡el idioma!, todo muy ajeno a mí. En fin, una nueva experiencia.

El martes siguiente los organizadores del FIA tienen la gentileza de regalarnos la presentación de un grupo francés que se llama Compagnie Retouramont. El ver a personas realizando danza vertical en la pared del Hotel Costa Rica, y luego ver a dos personas suspendidas en el aire entre el Hotel y el Teatro Nacional fue espectacular. Surrealista. Hermoso. Tan fue así, que al día siguiente regresé a verlas con mi hermanita porque no podía perdonarme el que ella no lo viera también.

Ese mismo martes, después de la danza vertical me fui con Pri a La Sabana. Escuchamos un poco de Madera Vieja (música flamenca) y luego disfrutamos de principio a fin de los argentinos de “El Choque urbano”. Estos argentinos fueron quienes nos dejaron boquiabiertos. Primero, el escenario en el lago le agregaba un cierto encanto a la presentación. Sonidos producidos con bolsas de plástico, tubos, latas de zinc, en fin, una coreografía de formas y sonidos muy bien lograda. Todo lo anterior flotando en el lago… simplemente espectacular.

El miércoles como ya dije, regresé a ver la danza vertical. Mi hermanita lo disfrutó, y yo lo disfruté aun más con ella. Excelente compañera para este tipo de actividades.

El jueves asistí al Teatro Nacional a ver a la compañía de teatro “Teatro de los Andes”, con su obra En un sol amarillo, memorias de un temblor. Antes de la obra, una deliciosa cremita de ayote en el café del teatro. Me acompaña la exposición de Hernán Arévalo; unos cuadros bellísimos, con unos colores y unas formas espectaculares. Inicia la función. ¿La obra? Pues sumamente emotiva. En algún momento una lágrima se quiso asomar; en otro, reí, reí mucho por el excelente sentido del humor de estas personas que a pesar de la seriedad del tema, lograron poner esa picardía latinoamericana en escena. Dichosamente a la salida del teatro vendían la obra. Un bello recuerdo de una muy bella actividad.

El sábado, decidido a ver a Choque Urbano nuevamente, hablo con Gabriel. Me dice que él sí va a Puntarenas a verlos. Vamos los tres. Gabo, Camila (su linda hija) y un servidor. Es increíble, los muchachos del Choque lo hacen de nuevo. Lastimosamente el escenario no está en la playa, es bajo techo. Lastimosamente porque pensé que por ser en Puntarenas iban a aprovechar la playa. No obstante lo anterior, he de decir que la acústica del lugar estaba muy buena.

El domingo. ¡No lo puedo creer, tanto que me gusta el FIA y ya se me acaba! Vamos mi hermanita, mi madre y yo. En el Teatro nos espera Shirani. Hoy se presente la Compañía de Flamenco Antonio El Pipa, con su excelente espectáculo “Puertas Adentro”. Increíble. Se nos luce este Antonio. Excelente manera de cerrar el Festival.

Terminado el FIA, me llama un tal Danilo Miranda Monestel. Danilo es un joven artista nacional que pinta muy bien. En el FIA le había preguntado si pintaba gallos. Me dijo que no, pero que podía diseñar alguno. Hoy (algunas semanas después), levanto el rostro mientras escribo y veo su gallo enmarcado en la pared de mi cuarto. Otra vez, ¡gracias FIA!

Tercer Concierto de la Temporada. Komatsu dirige hoy. Buena noche. Voy con Frank antes del concierto a tomarme un café. Priscilla, la usuaria oficial de los tiquetes, se encuentra fuera del país. Paso un rato muy ameno con mi amigo. Tenemos días de no hablar y pues bien, el ponerse al día con alguien a quien uno estima siempre es agradable. Ese día nuevamente disfruto montones las cosas que me dice don Jacques de un tal Delius, de un Bruch y de un Shostakovich.

Cuarto Concierto de la Temporada. Hoy no me tomo la cremita de ayote en el teatro. Me la tomé a la hora del almuerzo en Oporto. No dirije Komatsu. Dirige una señora que parece desayunó, almorzó y cenó almidón. No me gusta verla con la batuta. Parece que no hay mucha química entre ella y la orquesta. El concierto estuvo bastante bueno. Le pregunto el nombre a las dos señoras que muy simpáticas simpre me ubican en el puesto que me corresponda. Señoras, que pena con ustedes, las veo en todos los conciertos y ustedes siempre tan amables conmigo, y yo sin saberme el nombre de ustedes, ¡qué pena! Silvia me dice una, Irene la otra… ¿y usted? Rubén… Silvia se ríe y vé a Irene… Irene me dice muy acongojada que ella no puede pronunciar mi nombre. Enrique es mi segundo nombre, le digo. Silvia ríe de nuevo y vé de nuevo a Irene… es que yo no puedo decil la “r”… pero ¿cómo se llama usted?... Irene… ¿entonces? ¿Cómo no puede decir la “r” y sí pude decir Irene? Nos reímos los tres por un rato. Estas dos señoras son súper simpáticas y en extremo buena gente. En general el personal del Teatro es muy amable, eso es una de las cosas que me hace quererlo más y más cada día.

Berlioz, Chopin, Smetana y Mussorgsky/Ravel. La última pieza era la razón principal por la que quería asistir. Cuadros de una exposición. Hace un par de años tuve la oportunidad de escucharla en Chicago interpretada por la Orquesta de esa ciudad. Una bellísima obra que acá me quedó debiendo la ayuda visual con la que sí conté en Chicago. Priscilla y yo conversamos al respecto y ambos coincidimos en que dichosamente los comentarios de la obra estaban tan bien realizados, que pudimos imaginar lo que Hartmann originalmente dibujó.

Hoy sábado tenía programado ir a la presentación del Ballet Nacional de Georgia. Antes de ir decidí que valía la pena ir más temprano y aprovechar algunos minutos del Concierto en el Vestíbulo del Teatro Nacional. Un bello recital de música barroca literalmente en el vestíbulo. En las sillas de mí querido café. Con mi hermanita a un lado. Solamente me faltó que la galería Echandi estuviera abierta para poder ver nuevamente, y como religiosamente se hace cuando se vá al Teatro, ver los cuadros que allí se exponen (que en este caso cuelgan actualmente algunos de José Luis López Escarré).

Ahora sí. El motivo del por qué escribí todo lo anterior. Me retiré antes de que terminara el concierto, y junto con mi hermanita, me dirigí al Melico Salazar. El espectáculo inició, y ¡vaya manera de empezar!

El ballet de Georgia me dejó sin palabras. Era una eterna coreografía donde el acordeón se mezclaba con el sonido y las chispas de las espadas al chocar. El ver a ese ejército de hombres y mujeres sincronizados de una estupenda manera me dejó asombrado. La música, el vestuario, las coreografías, y esas hermosas mujeres… ¡Georgia!

En este momento escucho el disco de música georgiana, y veo la daga que me compré. Trato de recordar que fue lo que ví y simplemente no lo puedo reproducir en mi cabeza. Fue una serie de pasos ejecutados de puntillas (sin zapatillas de punta), solo con la punta de los dedos. La mejor manera que se me viene a la cabeza es el compararlo con la maestría de Escher. Eso es lo que ví. Un cuadro de Escher en movimiento.

Las personas que conforman dicho grupo eran a ratos demonios, a ratos ángeles; cuando lo quería se veían tan herméticos cual guerreros de terracota, o bien, tan dinámicos como cuadro del ya mentado Escher. Era como ver una Metamorfosis, las Ocho Cabezas, una División Regular del Plano, Ángeles o Demonios, o bien, la más parecida para un servidor, el Encuentro. Escher en movimiento. McSher, diría por ahí alguna figurilla del pasado. ¡Ja!

Danzas de ángeles y demonios; del bien con el mal; del blanco con el negro; de mujeres y de hombres. Contrastes, sincronización. Ellas, cautas, sumisas si se quiera, estáticas; con dulces movimientos ligeramente acentuados por unas vestiduras muy bien logradas. Ellos, rápidos, fugaces, certeros. Ellas, parsimoniosas, ellos no. Ellos gritan, saltan. Ellas, sonríen, mueven sensualmente sus bellos hombros, se contornean al ritmo de la música.

Hay cosas que simplemente aún no logro comprender de esta presentación. ¿Cómo demonios de mueven de un lado al otro del escenario brincando con sus rodillas? Era como huracanes humanos al ritmo de la música.

En fin, me siento muy afortunado. Espero con ansias la continuación de la Temporada oficial. Viene pronto Así hablo Zaratrustra, ¿cómo perderse ésta obra? Vienen los alumnos de Marcel Marceu a realizarle un homenaje al maestro de todos los mimos. (Sí, estúpidamente tengo entradas para ambos y son el mismo día a la misma hora… ¿qué hacer? Pues ir el domingo a escuchar a la OSN e ir el viernes a ver los mimos…)

¿Qué qué hago ahora? Escribo. Miro el gallo quiquiriquí; la reproducción del Guernica; el Arca de Noé; el Gallo, Zapato y Gato; la foto de Doisneau; respiro, escribo. Pienso en lo que me falta. Pienso en el pensamiento. En las ideas. En la comunicación. En la burbujas. En la imaginación. En la música. En el pasado. En el presente. En el futuro. En la esperanza. En la enemistad y en la amistad. En el disfrute, en los placeres. Pienso en la cultura y en la falta de la misma. En la ignorancia y en como erradicarla. En la educación. En la miseria. En el hambre y en el frío. En el calor y en la indigestión. En la dicha y la desdicha. En los contrastes. En el bien y en el mal. En las calaveras y los diablitos, en los ángeles y en los demonios. ¿En el demonio? ¿Acaso no era el demonio un ángel? ¿Puedo pensar solamente en ángeles y por consecuencia lógica en su contraparte infernal? ¿Puedo pensar en demonios y por lo tanto pensar en ángeles al mismo tiempo? Somos buenos y malos. ¿Constrastes? ¿Dicotomías? ¿Dr. Jekyll and Mr. Hyde? ¿Bifurcaciones mentales o del espíritu?

Eso es lo que originalmente pensé. En contrastes. Les acabo de describir una maravillosa Costa Rica, llena de posibilidades y pastillas para sí soñar. Una Costa Rica donde el arte es la constante y donde nunca mencioné la inseguridad ciudadana, el vandalismo o la drogadicción. No pretendo engañarme ni engañar a los demás. Hay muchas cosas por mejorar, pero al mismo tiempo hay muchas cosas por disfrutar. No podemos solamente trabajar, necesitamos despejarnos, desconectarnos, escaparnos, huir al más allá. El más acá es muy tangible y muy absorbente.

Somos una tierra de contrastes. Anoche al ver la danza del bien y del mal pensé que no hay uno sin el otro. Necesitamos encontrar un punto en medio donde esta dualidad del ser pueda convivir.

Ya no doy más. ¿Permanecer despierto o dormir? Morfeo me gana. Ha sido un día largo. Ha sido un día provechoso. ¡Buenas noches!

6 comentarios:

Vivi dijo...

yo este año también me he sentido afortunada en cuanto a esto, desde una semana donde tuve a Iron Maiden, Mercedes Sosa y Silvio Rodríguez (que era el concierto que había esperado durante toda mi vida!!!!). Después este FIA, con los muchachos de choque urbano, Rosario Flores, gratis en la Sabana!!!!! y lo mejor que me pasó a mí en este FIA fue la ZARANDA!!!! Ha sido un buen año para la cultura en este país, y por ende para nosotros también!!!!
pd. también tengo una reproducción de la Guernica en mi cuarto ;)
Saludos compañero jejeje

Ale dijo...

Envidia de la buena. Desgraciadamente en estas tierras es un poco más difícil tener acceso a toda esa belleza. Gracias Rubén, por hacerme sentir que lo vivo, aunque sea en la imaginación. ¡Saludo!

rusbin dijo...

Vivi,
Que exito el FIA, fue un detallazo.
El Guernica, sin palabras... no has llevado un curso de verano que se da en la UCR impartido por Don Roberto Villalobos Ardon? Ese ES el curso.

Alita,
Que te dire... vivis en infiernillo. Mas bien deberias de darte con una piedra en el pecho solo por tener "la interné". Buajajajajajajajajajaja!

;o)

Pri dijo...

Efectivamente ha sido un éxito este año culturalmente hablando (eso no lo dicen nuestras mamás, la tuya por la sumatoria de cuadros y la mía por que mantiene esa mirada de mis pinturas también son bonitas jajajajjajaja)
Que éxito que yo sea la usuaria de las entradas de la sinfónica, mil gracias, ese es un detallazo, hasta te medio perdono que no me prestes tus libros.
Solo me queda agradecerte por haberme dejado compartir con vos la gran mayoría de los eventos descritos.
un abrazo burrencito

Anónimo dijo...

Bien lo dijo Pepe Figueres, para que tractores sin violines... tenía la jeta embarrada de razón, por eso hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, para asi poder disfrutar de todas esas cosas bellas de la vida. Muy bueno lo de los contrastes, asi es... no somos ni buenos ni malos, simplemente somos seres humanos complejos, contradictorios, absurdos. La vida no es blanco y negro como nos han enseñado de pequeños, es una explosión de colores y tonalidades, pero para poder verlos hay que abrir la mente y el espiritu.

Vivi dijo...

probando probando 1, 2, 3...