martes, 10 de junio de 2008

De las abuelas.

El término abuelo o bien, el de abuela viene del latín vulgar aviolus.

Se dice respecto de una persona, padre o madre de su padre o de su madre. También se dice de una persona anciana. Según la Real Academia, el término también sirve en la lotería de cartones, pare referirse al número 90. En su cuarta acepción se puede utilizar para referirse a cada uno de los mechoncitos que tienen las mujeres en la nuca, y que quedan sueltos cuando se atiranta el cabello hacia arriba. Sirve de manera genérica para referirse a los antepasados de una persona.

Para mí, mi definición personal de abuelo, o de abuela, es un sinónimo perfecto de la palabra amor.

Hoy les quiero hablar de mi abuelita, de doña Victoria. Ya en el pasado les hablé de mi abuelito, Papi Beto. Doña Victoria. Casi nunca he escuchado que alguien le diga así. Cuando nació mi primo mayor, Ronny (Ronaldo, q.d.D.g.), él no podía pronunciar la palabra "Victoria", por lo que le decía "Votola" y después terminó solo por llamarla Tola, Tola o Tolita. Así es como ella es conocida.

De mi abuelita, al igual que de mi abuelo, guardo solamente gratos recuerdos. Ella es una persona muy especial, con ella mi crié y ella es quien me alcahueteara todos mis antojos de la niñez. Mi abuelita linda, la más bella de todas. De niño sufría cuando me alejaban de ella. Quería quedarme a dormir en su casa. Algunas veces lo hice, lo disfrutaba mucho. Mi abuelita linda me chineaba como si literalmente no hubiera un mañana.

Recuerdo que a mi me gustaba tomar leche en chupón con azúcar. Mi mamá me decía que sin azúcar. Mi abuelita no. Me tomaba la botella y le pedía "el resto". La ollita que usaba para calentarla hacía poco más de una botella. "El resto" era un detallazo. Ella siempre reía cuando se lo pedía.

Lo mismo sucedía a la hora de almorzar, ella preparaba la comida, y si a mí no me gustaba, me preparaba lo que se me antojara. Si quería ver algún programa, ella me complacía. Si quería dormir, ella le decía a mi abuelo que le bajara el volumen al radio, etc. Ella me hacía cariño, me contaba miles de miles de historias, me leía Escuela para Todos, me enseña muchas fotos a blanco y negro, me llevaba a hacer mandados con ella; me llevaba a misa de 6am todos los días, pedía la ostia en la mano y compartía la mitad de la "galleta Suiza" conmigo, recuerdo cuando Fray Eliseo la regañó por compartir el "sacramento" con alguien que no había hecho la primera comunión; o bien, cuando yo jugada de "comando" en la iglesia y me arrastraba por todas las bancas, como si fuera un militar en la guerra y ella me cubría "por que es solamente un niño".

Ya en la universidad, la visitaba todos los miércoles. Me preparaba pollo, chuleta, atún, bistec, salchichas (¡y eso es literal!), para que yo escogiera lo que más me gustaba... evidentemente no tenía el corazón de dejar nada, y me lo comía todo... literalmente... Los miércoles eran de excesos al almuerzo.

De alguna u otra manera las abuelas, y Tolita en especial, son una maravilla. Me parece, que las madres son un súper especiales (y en algún momento hablaré de mi amada doña Milena), pero como madres están llamadas a ponerlo a uno en regla. Ya de abuelas, como que buscan la "redención". Son más permisivas. Eso lo veo con mi madre y con mis sobrinos. La perspectiva cambia por completo.

Una de las cosas de mi abuelita que adoro es su sonrisa y sus cosquillas. Hará diez años descubrí que tenía cosquillas. Desde entonces creo ser el único que le hacía cosquillas, ella me veía con una mirada única y me decía: "¡Cosquillas no, cosquillas no!" ¡Tan linda mi viejita!

Mi abuelita en sus últimos años ha pasado muchas cosas. Pasó por una depresión severa, hace ya quizá unos doce años. Yo me vestía de estudiante de medicina (gabacha y estetoscopio en cuello) para poder entrar a visitarla al Calderón Guardia en horas que no fueran de visita. Le decía a la gente que era estudiante y ellos me lo creían. Una vez me preguntaron: - ¿Cuáles materias cursa? - Mmmmm Embrio, Histo y Anato (las que cursaba mi amigo que me prestaba la gabacha y el estetoscopio de marras) - ¿Cuál le gusta más? - La verdad que todas, me encanta estudiar medicina, es una profesión fascinante, pero no hablemos de materias, que mucho tengo que responderle a los profesores, hablemos de mi abuelita y el cuadro que presenta... ¿me podría explicar más qué le sucede?

Hace dos años perdió al hombre de su vida. La acompañó por más de sesenta años...

Me siento perdido, extraño, nostálgico. ¿Por qué decidí hablar hoy de ella? Ayer una sucinta nota electrónica de un tío decía: "Estimado sobrino: Tola está muy mal, siento que ya ella está próxima a partir, por si quieres ir a despedirte." Al fin y al cabo, no quería hablar de las abuelas… quería hablar de MÍ abuela…

Hace meses no la veo. Hace meses me refugio en sus hermosos recuerdos. He tenido miedo de visitarla y no reconocerla. Lo admito. He sido un cobarde. Ayer la fui a ver, y en efecto, está muy malita...

Yo sé que tal vez no sea la mejor persona que ustedes lleguen a conocer. De acuerdo a la teoría del rol social, cumplimos diferentes roles en la vida, a veces somos hijos, nietos, padres, tíos o hermanos; podemos ser jefes o subordinados; podemos ser peatones o conductores; alumnos o maestros. Esposos, novios, amigos. Nunca me he jactado de ser el mejor en algo. Sé que tengo muchas áreas de mejora. Pero si de algo estoy seguro es que durante gran parte de mi vida fui el mejor de los nietos, el mejor de los nietos para los mejores abuelos. Mis abuelos de lujo.

Recurro a mi amado Sabina, y modifico una de sus letras: Yo sí soy un fulano con la lágrima fácil... Y como además sale gratis soñar y no creo en la reencarnación, con un poco de imaginación partiré de viaje enseguida. Hoy a diferencia de las otras veces, ese viaje no lo hago a vivir otras vidas, ni a probarme otros nombres, ni a colarme en el traje y la piel de todos los tipos que nunca seré. Hoy gustoso regreso a mi niñez. Regreso a jugar en el patio de tierra con mis carritos de madera, con mi abuelita viéndome jugar. Regreso al patio de la escuela y saco del bolsillo del pantalón el billete de cinco colones que ella me regalaba para comprarme algo. Regreso al teléfono de noche y llamo a mis abuelos solo para asegurarme que aún están vivos y asegurarme que en la mañana compartiré con ellos.

Hoy siento incertidumbre, dolor, tristeza. Me siento inútil. Quiero andar con mis pantaloncillos y mi gabacha, correr a donde mi abuelita, abrazarla por la cintura y decirle: ¡Te amo!... Como tantas veces lo hice.

9 comentarios:

ELES dijo...

Se me anuda, hasta el alma.!!
Mi abuela, fue tan fuerte que casi ni un cáncer atroz que la golpeo pudo quitar esa alegría en la vida, que la caracterizaba.
Las abuelas son tan importantes. Yo lo veo ahora con mi mama, ella me dice que con los nietos es diferente, se disfrutan más.
Rusbin: Te creo que es la mejor abuela, se siente en cada letra de lo escribiste.
Ademas de lógicamente llevarme a donde Abuelita Tina, empezo a sonar en mi la canción Boceto para Esperanza, dedicado a Doña Esperanza, la abuela de Jaime, quien escribio la canción.

…Si fueras a quedar en lo que queda:
aquella casa
debajo de los años,
aquella forma de mecerse los almendros,
el agua que inventaba la tinaja...

El tiempo esta dejándonos un tiempo
para volver
al patio de tus manos,
reconocer entre las sábanas tendidas
las caras que perdimos hace tanto.

Cuando el aire tenía
rastros de azul,
en el patio cabía
toda la luz.
Llévame donde pueda,
abuela, dormir,
Si fueras a volver, llévame allí.

Yo le dedique unas pocas palabras a mi abuela hace algun tiempo, con titulo la mujer que llebo dentro. http://historiadenadieydetodos.blogia.com/2006/112301-la-mujer-que-llevo-dentro.php.

Adelante Rusbin.

rusbin dijo...

Eles, es duro perder, pero más duro aún no tener que perder.

Tu abuelita es un ejemplo para todos, dichosamente tanto vos como yo tuvimos la dicha de tener personas tan lindas en nuestras vidas.

Papibeto, el esposo de Tolita murió hace poco más de dos años... de igual manera le dediqué unas palabras en su momento (http://rusbin.blogspot.com/2007/09/la-honradez-y-el-trabajo.html)

Abuelos de lujo, abuelos que como decís, nos hicieron vivir "los tiempos en que no nací!." A mí no solamente me los revivieron, me hicieron añorarlos.

Mi abuelito se ha ido. A veces lo lloro, otras lo río. Mi abuelita aún se encuentra por acá. No sé por cuanto tiempo. Mi yo egoísta quiere que se quede, mi yo desprendido quiere que descanse. Es un momento en el que me pregunto muchas cosas, y para ninguna tengo una respuesta absoluta. No sé si la quiera siquiera.

Gracias por pasar. De verdad me encantó lo que pusiste, y me encantó lo que le escribiste a Doña Tina.

Saludos!

Sencillo dijo...

Gracias por compartir TUS momentos y TUS vivencias, Felicidsdes por que siempre tendras algo bello en que pensar , en que soñar.
Y aunque se vayan de este mundo, en tu ser estarán vivos hasta el último dia de tu vida FOREVER

Vivi dijo...

ay Rubén... este post...... llévame donde pueda abuela dormir... No sé si sabés la historia de esa canción, te la cuento luego jeje
De mi abu extraño todo, su aroma, sus ojos azules, su pielcita arrugada, y sus remedios de cuando me enfermaba... no sigo porque ya estoy llorando para variar.... :(

rusbin dijo...

Sencillo, Vivi,

Gracias por los comentarios de los dos.

Sencillo, muchisimas gracias por pasar y gracias por esas tertulias en el bus, en el cubiculo o en la soda.

Vivi, gracias por la explicacion de la cancion.

Saludos!

Ale dijo...

Hasto hoy me atrevo a comentar.
Las abuelitas son lo más lindo del mundo...Abuelita Lela ya partió: serena, impecable, callada, con hermosos ojos azules y ese olor a colonia y talco que aun puedo percibir...Abuelita Aida aun anda por acá, con 91 años, jovial, alegre, vacilona, amorosa, mi niña grande, que me dio a Pepe, el mejor abuelo del mundo. Y como Vivi, ya voy a llorar. Abrazote a la distancia

rusbin dijo...

Alitox,

Tranquilita, ya habiamos hablado de eso. Tolita? Aun internada en el hospital. Vamos a ver que pasa.

Me encanto Abuelita Aida y eso de que "aun anda por acá, con 91 años, jovial..."

¡Que lindo que digan de uno a los 91 años que es jovial!

Saludos!

Palas dijo...

= ( uuyyy... mi abuelita Delia... recuerdo cuando le compraba Ginger Ale que le encantaba, le escribía una nota, le tocaba la puerta de su cuarto y salia corriendo... luego la observaba a lo lejos esperando que me perdonara con eso...

snifff...

me encantó leerte!

rusbin dijo...

Hola Palas,

Tan lindas las abuelitas... Tolita no le llega a la Ginger Ale. A ella le mata la Coca Cola, pero por su diabetes no puede tomarla.

La semana pasada que la fui a visitar me pedia Coca Cola, me decia que tenia una sed que nada mas se la iba a quitar. Le fui a comprar, pero Light. Cuando le di me vio con tristeza y me dijo que eso no era Coca, que sabia horrible... Pero no le puedo dar de la otra. Pobrecita mi viejita antojada...

Saludos y gracias por pasar!