lunes, 21 de abril de 2008

De la luna.

En este momento no se qué escribir. Es muy raro, pues si quisiera hablar con alguien es muy probable que me sobren los temas. Pero acá, en la soledad de mis pensamientos me pregunto qué le diría a alguien que no conozca. Nunca he pretendido ser un escritor en el sentido profesional de la palabra, pero al fin y al cabo por definición lo soy, o ¿acaso esto se escribe solo? Eso de enfrentar la pureza del blanco papel… o lo blanco de la pantalla, pues en realidad esto no lo hago primero a mano es a veces un poco difícil. ¿De qué escribo hoy? ¿Qué les cuento? ¿Con qué los distraigo un poco y a la vez con qué me distraigo yo un poco? Me regreso a la soledad de mis pensamientos…

Esto de la soledad me recuerda una canción de Chavela Vargas que hasta hace poco escuché, se llama “Noche de ronda”, y dice: … Noche de ronda… que triste pasas, que triste cruzas, por mi balcón… Noche de ronda… Como me hieres, como lastimas mi corazón… Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad, ¿en dónde estás?... ¿No les parece hermoso eso que dice: Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad? A mí en lo personal me encanta. Inmediatamente pienso en un disco que un muy querido Don Enrique me regaló y que trae nada más y nada menos que cuarenta y un poemas de Benedetti leídos por el mismo… Mario Benedetti y sus bellos poemas. En la introducción que hace cita un grafiti que leyó en algún lugar, quizá en los muros de Quito dice: …cuando teníamos todas las respuestas nos cambiaron las preguntas…

Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad. ¿Y por qué la luna? ¿Cuál es esa extraña fijación que tenemos con la luna? La luna tiene fases, la gente es lunática, amaneció de luna, la luna llena, la luna sobre París, la luna sobre el Ródano, el hombre en la luna, me tiene en la luna, estaba pensando en la luna de Valencia, ese toro enamorado de la luna, la media luna, el lado oscuro de la luna, etc. Salí, asomáte, que la luna está bellísima. La luna reflejada en el agua, la luna brillando en la mañana frente al sol. La luna eclipsada. La luna vista por entre las ramas de un árbol, la luna que me perseguía de niño en el asiento trasero del auto. La luna que brilla, la luna vista a través de un telescopio, la luna examinada a la luz de un microscopio. La cara luna, la luna es de queso, el estar colgados de la luna, la luna del Luna Park, los suburbios de la luna, la coartada lunática del sol, la luna de miel, la luna en quiebra, la niña de los ojos de luna, la luna consejera que sugiere cuando es el mejor momento para besar, la luna desde un convertible, las ramblas en la luna, la luna del amor, la luna de la desolación, la luna roja eclipsada, la luna desde la playa, la luna desde el avión, la luna mojada por la lluvia, la luna de la desesperación, la luna de la novia, la luna de la amante, la luna de la pampa, la luna liberiana, la luna para amar… ¡la luna!
Escucho a Sabina y le pongo atención a sus lunas. Recuerdo a De Saint – Exupéry y su famoso Principito que… una vez que llegó a la Tierra, quedó sorprendido de no ver a nadie. Tenía miedo de haberse equivocado de planeta, cuando un anillo de color de luna se revolvió en la arena.

Vuelve Sabina y me pregunta: ¿Quién planta girasoles en la luna? Una imagen hermosa y contradictoria… un girasol, que por definición gira en busca de la luz del sol plantado en la luna; que por un cruel destino no coincide con su amado astro rey… Lucem aspicio…

Luna. Único satélite natural de la Tierra. Parte la superficie de ese satélite que se ve desde la Tierra. Luz nocturna que este satélite nos refleja de la que recibe del Sol. (¿Florecerán esos girasoles después de todo?) Satélite natural de un planeta. Espejo cuyo tamaño permite ver a las personas de cuerpo entero. La luna llena, la luna nueva, la luna menguante, la media luna.

¿Por qué cuando definimos las cosas algunas veces las matamos? La luna de miel… Temporada de intimidad conyugal inmediatamente posterior al matrimonio. Suena un poco sin gracia ¿no?

Ladrarle a la luna… Manifestar necia y vanamente ira o enojo contra persona o cosa a la que no se puede ofender ni causar daño alguno. Pedir la luna… Pedir algo imposible. Y yo acá como un perro ladre que ladre, y la luna allá, oronda… ignorándome…

La luna tiene “lunación”, que es el tiempo que tarda en pasar de una conjunción con el Sol a la siguiente. Existe la lunada, que según el diccionario se define como “pernil de puerco”, yo lo relaciono con las lunadas donde se baila, se bebe, se conversa, pero ese soy yo.

También se habla de “lunado” o “lunada” que es cuando algo tiene forma de media luna… yo hubiese dicho “alunado” o “alunada”… cosas de malformación idiomática personal.

Tenemos el lunanco, que es dicho de un caballo y de otro cuadrúpedo: Que tiene un anca más alta que la otra. ¡Yo las ancas las relacionaba solo con ranas!

Lunar o lunares, que vienen de la Luna, pues se atribuían a un influjo de este astro o porque tenían su forma. Un lunar es una pequeña mancha en el rostro u otra parte del cuerpo, producida por una acumulación de pigmento en la piel. ¡Tan lindo que es buscar lunares, y más aun encontrarlos donde menos uno se lo espera!

Lunarejo… dicho de un animal, que tiene manchas redondas en la piel o bien de una persona, que tiene un lunar grande o varios lunares en la cara.

Lunático… que padece locura, no continua, sino por intervalos. ¿Por qué padece? Yo la locura la disfruto, la aprovecho al máximo. Luna que me hace enloquecer…

También tenemos “lunear”… que es ir de caza, de pesca o de paseo cuando hay luna, ¿acaso hay días en que no hay luna? ¿Y si mas bien para mis fines “luneaticos” me sirve que no haya luna?

Existe el “lunes”, día consagrado a la luna. ¿Y si después de la lunada del lunes nos vamos a lunear y nos portamos como lunáticos con la complicidad de la luna y repetimos eso en cada lunación?

Lunecilla. Adorno o joya en forma de media luna. ¿Lunezucha? Adorno o joya de mala calidad en forma de media luna.

Lunel. Figura en forma de flor, compuesta de cuatro medias lunas unidas por sus puntas. Típica palabrilla que lo hace a uno sentirse distinguido en una conversación, de un pronto a otro no es el “¡Qué figurita más bonita, son cuatro lunitas unidas!”, sino es un “¡Qué hermoso lunel! ¿Quién es el fabricante?

Luneta. Esta sí que no la entiendo. En su acepción más conocida, al menos para un servidor: en los teatros, cada uno de los asientos preferentes con respaldo y brazos, colocados en las filas frente al escenario en la planta inferior. Si viene de luna, ¿cómo demonios están en la planta inferior? ¿No debería ser la luneta donde está la galería? Quiero asientos en terreta.

¿Iba a algún lado con todo esto? Pues era más o menos un ¿qué le diría a alguien que no conozca? ¿Cómo inició esto de la luna y como lo terminé de esa manera? ¿Alguien me puede prestar atención por tanto rato? ¿Por qué hablo tanto de la luna si sé tan poco de ella? ¿Me atrevería a hablar de todo esto con alguien que no conozca? ¿Al publicarlo y al usted leerlo, no lo acabo de hacer? ¿Qué pensaría esa persona? ¿Qué pensó usted? ¿Será que en efecto soy un lunático? ¿Entendió usted mi luna? ¿Quiero una luna personal? ¿Me gustaría que me destierren a la luna? Un destierro “terrenal - lunar”.

Y si usted se creyera en capacidad de responder esas preguntas, y usted creyera tener la respuesta, ¿acaso no podría yo cambiarles las preguntas? Me voy cantando: Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad, ¿en dónde estás?

lunes, 7 de abril de 2008

De la capacidad de asombro y del Cow Parade.

Desde el inicio de ésta larga plática con ustedes, nunca he tenido bien definido el alcance de la misma. Las pláticas han sido de diferentes cosas en diferentes momentos de mi vida, de mi vida de los últimos meses. Algunos me conocen en persona, otros me conocen solamente por este medio. Lo curioso es que, por impersonal que esto parezca, puede que los que pacientemente me leen estén más al tanto de aquellos con los que usualmente comparto.

Pues bien, aprovecho la plática de hoy para “cosas varias”, vamos a hablar del Cow Parade y de la capacidad de asombro. No abordaré el último tema de manera exhaustiva, solamente les contaré como una pequeña niña puede dar lecciones gratis de vida a tres adultos.

En otro orden de ideas, por esas “cosas” de la vida, no he podido darle seguimiento a los siempre interesantes comentarios de muchos de ustedes, o bien, no he podido estar de fisgón en las páginas de muchos para ver qué es lo que me pueden contar estos días. Busco esto del “fisgón”, una de esas palabrillas que he utilizado cientos de cientos de veces, pero que no es sino hasta que la escribo que me pregunto qué diantres significa. Se define como “que hace burla”, o bien, “aficionado a husmear”. Husmear es otra que me llama la atención, y para lo que nos interesa, en su segunda acepción dice que es “andar indagando con arte y disimulo”. Antes de continuar, y solo por mera curiosidad, de nuevo, busco “diantres”, y lo que me dice es: “diablo”. ¡Tantas invocaciones! Y uno que quería sonar un poco menos blasfemo… pues seguiremos diciendo: … qué demonios significa…

También les cuento que hace unos días retomé las lecciones de Filosofía del Arte con el Maestro Roberto Villalobos Ardón. Desconozco hasta cuando tenga (¿mantenga?) el privilegio de poder asistir a sus lecciones, pero en el mientras tanto lo disfruto montones. El que quiera acompañarme cualquier día solamente dígamelo, existe un “open door policy”. Más tarde regresaré con Don Roberto y su última “Villalobada”.

Siempre en el mundo del arte, hace un par de semanas hicimos un paseo a San José para ver tantas vacas como nos fuera posible del Cow Parade. ¿Quiénes lo hicimos? Pues Pri, Gabo y Cami, su bella hija. Ese sábado fue particularmente bello, pues antes de encontrarme con mis amigos recién mencionados, fui a donde don Fabio Herrera y conversé con él por más de una hora. Me encanta que siendo quien es saque tiempo para mí, siendo quien soy. Cosas del terruño y tal vez de nuestra idiosincrasia. No obstante lo anterior, no deja de ser un poco surrealista el tener la oportunidad de compartir con alguien como don Fabio.

Continúo con el Cow Parade. Estando en el Parque Morazán me encontré con Nela Salgado, frente a su vaca. El “timing” fue perfecto. El haber coincidido con ella incrementó aún más lo surrealista de ese día. ¡Artistas! que al final de cuenta son personas comunes y corrientes, pero que conociendo de lo que son capaces es imposible dejar de verlos con una especia de “aura” alrededor. Dichosas manos creadoras y espíritus experimentales que gozan realizando cosas inimaginables para deleite propio y ajeno.

Camila. La pequeña Cami, o como quedó bautizada después del sábado, pero solo temporalmente: “Cowmila”. Camila es una niña de cinco años. Ella tiene la madurez y la inteligencia que muchas personas a mi edad no tienen… sí papi, me acuerdo cuando me hablaste de las licencias literarias… sí papi, el año pasado me explicaste que el Banco Central es el jefe de los otros bancos… y la que me dejó sin palabras… ella fue la única capaz de interpretar una vaca ubicada en la Plazoleta de la Soledad. Ni Gabo, ni Pri ni un servidor sabíamos qué demonios era esa vaca y ella fue la que nos dijo que tenía un zapato puesto… niños… estando alrededor de ellos de verdad recobramos y ejercitamos la capacidad de asombro.

Camilita. Si tan solo ustedes tuvieran el gusto de conocer a esta niña… es como salida de Amelie, de Peter Pan, del Principito, del Mundo de Sofía, es muchas y una sola. Es el milagro de la vida.

¿Cómo leen los niños el mundo? ¡Qué hermoso es estar cerca de ellos y que le contagien a uno esa alegría, esa inocencia, esa sabiduría! Estas convenciones sociales, esos usos (o desusos) del idioma que lo impulsan a uno a sacar conclusiones apresuradas, o bien a elaborar teorías complejas cuando en realidad todo se reduce a ingresar al mundo y leerlo sin vicios, sin deformaciones, sin ideas preconcebidas, sin ese morbo adulto que tiende a prostituir la realidad que nos rodea. Esto de “leer el mundo me encanta”… Lastimosamente los pies de página están a veces tan escondidos, o bien, son tan complicados, que no es sino cuando hemos pasado de página que los entendemos; y la vida, a diferencia de un libro, no nos permite retroceder y enmendar lo que hemos hecho… podemos releer, podemos ver para atrás y ver el camino recorrido, pero no podemos cambiar lo dicho, lo hecho, lo no dicho o lo no hecho. Esa es señores, la “inexorable impositividad” no del derecho, pero de la vida misma.

Volvamos sobre la capacidad de asombro. La capacidad es la aptitud, el talento o cualidad que dispone a alguien para el buen ejercicio de algo. El asombro es una gran admiración. Admirar es “causar sorpresa la vista o consideración de algo extraordinario o inesperado.” Pues bien, ese día la pequeña Cami me regaló una lección de capacidad de asombro. Eternamente agradecido con ella y también con Gabo, por permitirnos tanto a Pri como a mí disfrutar de su hermosísima hija. La jugar, la veo comer, la veo dibujar, la veo dibujarme y convertirme en un “Rubén – Patricio”. La veo y solo espero poder disfrutar en algún momento del milagro de la paternidad.

Entre el Cow Parade, el arte en la calle, y eso del asombro, no pude evitar ciertas inconsistencias, y como lo dije antes, con ésta manía de sacar conclusiones, se las cuento: Me llamó poderosamente la atención que no pusieran vacas en frente de los Tribunales de Justicia ni tampoco frente a la Asamblea Legislativa. Conclusión propia: El ambiente se hubiese visto muy saturado. Ya existen suficientes semovientes en ese sector como para agregar algunos “inmovibles”, ¡solamente llegarían a recargar el paisaje!

La vaca florero de Apuy no debía de llamarse así. Antes que florero parece la versión tropicalizada del dragón de Gaudí. Conclusión: Si el artista hubiese hecho referencia directa a Gaudí el 99% de las personas no lo hubieran entendido.

Conversando este tema con Don Roberto Villalobos, el también me dice una suya, la cual comparto con ustedes con el permiso expreso de él. Antes les cuento un poco para que entiendan la belleza de su comentario. Desde vieja fecha a mí en lo personal me incomodó un poco “Su Santidad” Juan Pablo II. Por esas cosas del azar, tanto Don Roberto como un servidor pensamos parecido al respecto, máxime después de que complacientemente y en un proceso sumario hiciera lo que hiciera con el Escrivá de Balaguer. ¡Éste Opus Dei y su gran alcance!

Lo otro tiene que ver con una vaca en particular llamativa… Matilde. Matilde es una vaca que evoca a una “negrota” de esas tropicales, con unos colores y una postura demasiado llamativas. Es una vaca que enseña las ubres de una manera espectacular… y se encuentra ubicada frente a Juan Pablito. Matilda le da la espalda al J.P., como si fuera una negación total y absoluta de tan afamada santidad…

Ahora bien, hablemos de Juancito y su escultura. Jiménez Deredia le hace una escultura al papa y a su lado coloca lo que parece ser una niña postrada a sus pies, cual perro callejero que lejos de dignificar la condición del género, que tampoco la de la niñez si fuera del caso, la relega a un plano de inferioridad.

La conclusión Villalobiana: ¡Por fin toma sentido la escultura de Jiménez Deredia! Entre tantas, ésta es en particular su visión de una vaca, y se llama “La vaca – gando”… Una Villalobada más… Me la cuenta y no puedo más que reír hasta no poder. ¡Gracias Maestro! Otra fuente inagotable de dosis de capacidad de asombro…
Me asombro nuevamente.

viernes, 4 de abril de 2008

De la Balletarea

1. Cada nominado deberá escribir 8 cosas sobre si mismo que nadie conozca.
2. Deberá escribir estas simples reglas para que no haya ninguna duda.
3. Deberá escoger a 8 personitas especiales para ser nominadas, y mandarles un comentario avisándoles de su nominación.

Empecé súper bien haciendo caso, poniendo las reglas y todo, vamos a ver como me salen las 8 cosas...

¿Qué es esto que escribo hoy? Pues bien, Josefina la Ballena, que no se quien demonios es, lo sugirió, y decidido a alcahuetear esta vagabundería de los blogs, que ha probado ser un buen método contra el estrés, lo hice. Lo único que NO pienso hacer es "escoger 8 personitas especiales". El que a bien lo tenga, que lo haga.

Es difícil pensar en cosas que lo demás no conozcan. Usualmente llevo como estandarte la transparencia y no me avergüenzo de lo que he hecho. Como prueba de ello, escribiré algunas cosillas que muchos saben, pero otros no.

1. He robado libros. No de librerías, pero de lugares donde no los valoraban (E.g. Trinity - Leon Uris, tenia cinco años de buscarlo y lo tenían en Datascension para que la gente leyera cuando estaba disponible... !Ja! Como si ese poco de mal amansados pudiera apreciar al valor de ese libro!). Cualquiera que me conozca sabe que yo los amo, entonces para mí eso es como recoger un perro de la calle o adoptar un niño abandonado. Asimismo por política propia, NO le presto mis libros a nadie, no recuerdo si ya esto lo había compartido en algún "escrito" anterior, pero los ÚNICOS usuarios oficiales de mi biblioteca son: C. Merlos, acceso total a la biblioteca privada pero solamente un volumen a la vez; R. Mora, acceso ilimitado a la parte legal de la biblioteca y luego mi hermanita menor, que puede tomar cuantos libros quiera pero no los puede sacar de la casa. Sí, lo sé, loco y medio de este lado del teclado.

2. No creo padecer ninguna fobia.

3. Me porté MUY mal (en realidad fue muuuuy bien) con una ex-novia en el quinto piso de la Facultad de Derecho mientras ella mantenía un noviazgo con un tipo que me caía re - mal.

4. Toqué un Van Gogh original en el Museo d'Orsay en París. No soporté la tentación y tuve que tocar el cuadro para "sentir" esa pincelada que me encanta.

5. Cuando hice la transición de calzoncillos a boxers "sufría" erecciones espontáneas... ¡Ja! Detesto que la gente diga eso de sufrir erecciones, ¡yo todas las disfruto!

6. He estado tan pero tan ebrio que he "sufrido" lagunas mentales... ¡Esas si las he sufrido! Hace años no me pasa. Madurez etílica que llaman.

7. Solamente UNA vez en TODA mi vida me disgusté con mi abuela.

8. Una vez le terminé "tácitamente" a una mucha con la que salía por que me molestaba que no usara bien los puntos suspensivos.

9. Les pongo una mas, de feria... una vez me quedé dormido mientras hacía aquello... Jajajajajajaja, nunca me dieron la oportunidad de sacar la casta de campeón y limpiar mi nombre.