miércoles, 8 de diciembre de 2010

Del aburrimiento.

Aburrimiento viene de “aburrir”. El aburrimiento es cansancio, fastidio, tedio, todas estas cosas originadas generalmente por disgustos o molestias, o por no contar con algo que distraiga y divierta.

Aburrir viene del latín abhorrēre, y tiene diferentes acepciones… Como número uno está la de molestar, cansar, fastidiar. Yo estoy aburrido, mi aburrimiento se origina en la molestia que me produce el no tener que hacer en este momento, no cuento con algo que me distraiga y tampoco con algo que me divierta; sin embargo eso no es enteramente cierto… a mí me distrae y me divierte escribir, por lo que en este momento escribo, y los molesto a ustedes, los canso, los fastidio, los aburro. Que conste, prefiero ser alguien aburrido y no alguien aburrado.

¿Existe el aburramiento como existe el aburrimiento? Pues la Real Academia Española me dice “La palabra aburramiento no está en el Diccionario.” La palabra aburrado si está registrada. En su primera acepción dice que es cuando resulta semejante en algo a un burro (creo que algo tengo de burro… tengo una cabezota, una gran nariz y calzo lo suficiente como para que vean para donde puede seguir esto – jajajaja ¡engañado!). En su segunda acepción el aburrado es quien tiene modales toscos y groseros (Hmmmm… creo que algo de aburrado tengo al fin y al cabo…).

Pero bueno al aburramiento y al aburrimiento… si uno puede aburrir también puede aburrar, ¿o es qué acaso ustedes nunca tuvieron un profesor que estaba a un paso de rebuznar y más bien parecía un cazatalentos para un establo antes que alguien que se dedicaba a la enseñanza?

Acá les dejo otra palabrilla de esas que me hacen sonreír… rebuznar… viene del latín “re” y “bucināre”, siendo bucināre el tocar la trompeta o una bocina, y ella significa dar rebuznos, y como no todo es perfecto… “La palabra rebuznos no está en el Diccionario.”

Pero bueno, esto empezó definiendo el aburrimiento, y éste se definía, entre otras cosas, como “cansancio”. El cansancio es la falta de fuerzas que resulta de haberse fatigado. Puede ser hastío, tedio, fastidio. Todo va sonando bien de momento, o bueno, no sonando tan bien, pero todo suena como que va por la misma línea; pero si seguimos buscando, resulta que el hastío se define como repugnancia a la comida como primera acepción y luego de segunda como “disgusto”. Sigo con disgusto y viene de disgustar, que es un sentimiento, pesadumbre e inquietud causados por un accidente o una contrariedad; un fastidio, tedio o enfado que causa alguien o algo; un encuentro enfadoso con alguien, disputa o diferencia o bien un desazón, un desabrimiento causado en el paladar por una comida o bebida.

Uno puede estar a gusto o a disgusto. Si estoy aburrido estoy a disgusto y lo que no comprendo muy bien es por que cuando estoy a gusto digo eso, estoy “a gusto”, pero cuando es el caso contrario digo “no estoy a gusto” en lugar de decir que estoy “a disgusto”.

Si sigo buscando las palabras que me definen el cansancio sigo con fastidio. Fastidio viene del latín “fastidĭum” y es enfado, cansancio, aburrimiento, tedio; o bien, disgusto o desazón que causa la comida mal recibida por el estómago, o el olor fuerte y desagradable de una cosa. (De momento puedo ser un burro fétido que los está aburriendo más y más ad nauseam). Luego viene el tedio; aburrimiento extremo o estado de ánimo del que soporta algo o a alguien que no le interesa; un fuerte rechazo o desagrado que se siente por algo.

Podría seguir con las otras acepciones de “aburrir”. Sí, solo he hablado de la primera, podría seguir con que aburrir es dicho de algunos animales (aborrecer los huevos o las crías). Coloquialmente hablando (acaso he hablado de otra forma) aburrir es exponer, perder o tirar algo, estimándolo en poco; especialmente hablando del tiempo o del dinero malgastado. Aburrir puede ser aborrecer, puede ser fastidiarse, cansarse de algo o sufrir un estado de ánimo producido por falta de estímulos, diversiones o distracciones. Habiendo dicho todo eso, uno puede aborrecer el aburrimiento causado por el emburramiento, o bien; puede emburrarse de manera tal que se haga aburrido y por lo tanto los demás lo aborrezcan, y que conste, es mejor ser aborrecido a ser aburrado pero de todo eso, en este momento, ¡lo peor es estar aburrido y lo mejor es no estar aburrado!

Asumo que ya a estas alturas esto se convirtió en algo tedioso, y su estado de ánimo es aquél descrito como el que soporta algo que no le interesa… ¡Ay, tan poco que me interesa que no les interese! Espero con ese “empujón” haberles generado un fuerte rechazo. Por favor, ¡abúrranse conmigo o de mí, pero abúrranse! Aborrecerme es opcional.

Yo no tengo nada que me divierta ni que me distraiga en este momento, o bien, no lo tenía hasta que comencé a escribir. Estoy a punto de hacer público este documento, y eso me divierte… ¿por qué me divierte? Rebuzne si llegó hasta acá.

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