jueves, 29 de noviembre de 2007

Un ábaco... por favor!!!

En un curso de Gestión de la Calidad de la Maestría, el profesor compartía con nosotros dos fases de los clientes: el "Evangelizador" y el "Terrorista". El primero comparte con la gente sus buenas experiencias; el segundo comparto con quien pueda los tragos amargos por los que pasa. Hoy ambas personalidades (al estilo de Dr. Jekyll and Mr. Hyde - como nos lo recuerda no hace mucho Gabo) escriben al unísono, y presento formal reclamo ante la situación vivida anoche.

Desde hace ya algunos años soy cliente del BAC (Antiguo Banco de San José) y de los servicios de Credomatic (American Express). Mi relación con el BAC siempre ha sido excelente, NUNCA he tenido queja alguna.

Las Farmacias Fischel forman parte de esta Red de Pagos. (Información suministrada por un amable representante de SERVICIO AL CLIENTE en el teléfono 295-9898).

Ayer me disponía a cancelar el saldo de mi tarjeta de crédito. En el día, por obligaciones laborales y posteriormente en la noche por las universitarias, no pude ir a una agencia del banco, por lo que decidí utilizar los servicios de la Red de Pagos del BAC, específicamente en la Fischel Barrio Roosevelt.

No iba a comprar productos farmacéuticos, solamente me disponía a cancelar el saldo de mi tarjeta; por lo que decidí dirigirme a la Caja Registradora (¿Acaso piensa el ineficiente que esta detrás de ésta que se llama así por resultar ser un híbrido de inutilidad entre CAJA Costarricense de Seguro social y REGISTRO Nacional? - No lo sé, pero a continuación les explico por que me refiero de esta manera al señor cajero).

Después de 10 minutos de hacer fila para que atendieran a las TRES personas delante de mí me tocó mi turno. Le dije "Buenas noches, vengo a pagar mi tarjeta de crédito". Me preguntó el monto y se lo indiqué. Me dijo que era mucho dinero y que necesitaba tiempo para contarlo. Me dijo que necesitaba atender a los CLIENTES primero (¿Acaso no soy un cliente yo también?).

Pues bien, conciente de que en efecto NO era poco dinero, le dije que no había ningún inconveniente. Por lo que le dije que podía esperarme a que atendiera a los cinco CLIENTES que estaban detrás mío (incluyendo CLIENTES que iban a cancelar los servicios de telefonía celular).

Al llegar mi turno, le dije que me atendiera (la fila había crecido aún mas y ya era hora de que me atendiera). El cajero me miró y me volvió a decir que era mucho dinero, que lo tenía que contar... ¿Acaso no tiene que contar TODO el dinero que recibe? En ese momento sí me dio un poco de cólera y le respondí: "Pues a contar se ha dicho, no puedo esperar más".

A regañadientes comenzó a contar el dinero. En ese momento pidió ayuda a alguna integrante del personal y ella le dijo que la farmacéutica estaba verificando si me podían procesar la transacción. En este momento le pregunté a la no tan amable señorita: "¿Cuál es el monto máximo que puedo cancelar?" Y me dijo que no sabían. ¿Existe un límite para recibir dinero? ¿Si hubiese estado pagando esa cantidad por concepto de medicamentos, me hubieran puesto tantas trabas? En ese momento, ante la impotencia de darme una respuesta satisfactoria, el cajero atinó a decir: "Nosotros tenemos prioridades, esto no es un banco, es una farmacia". Le señalé la calcomanía que dice "Red de Pagos Credomatic" y no supo que responder.

Ya a estas alturas había tratado de contener mi cólera ante la inutilidad de este servidor, y le dije que siguiéramos con la transacción. Su respuesta fue la misma: "Es mucho dinero, voy a durar mucho contándolo". Mi respuesta fue: "Yo no duré cinco minutos contándolo en el banco. Usted es cajero, su trabajo es contar dinero. Yo no soy cajero, no cuento dinero todo el día. Si yo lo hice en menos de cinco minutos, yo esperaría que usted, que cuenta dinero todo el día, lo haga más rápido que yo".

En ese momento mi querido cajero tomó el dinero, lo puso en el sobre y me dijo: "Señor, váyase se aquí, si usted no me respeta, no lo atiendo". ¿No lo respeto... yo? ¿Quién fue el que me hizo perder más de quince minutos? ¿A quien se le negó un servicio? ¿A quien se le estaba poniendo toda traba para que no pagara? Atención, estaba tratando de CANCELAR EL SALDO DE MI TARJETA. NO estaba retirando dinero, estaba desprendiéndome de dinero para honrar una deuda. ¡El colmo! No me quieren recibir dinero. Tomé el sobre y se lo coloqué nuevamente en el mostrador y le dije: "Usted me tiene que atender". Su respuesta fue un NO rotundo. Le pregunté su nombre, y de manera desafiante y retadora tomó el gafete que colgaba de su cuello y me dijo: "Aquí dice mi nombre". El gafete leía "Marvin Ortiz". Gracias señores del departamento de reclutamiento... su proceso de selección de personal es el óptimo, y "Marvin" es un vivo ejemplo de ello. Marvin llamó al guarda de seguridad y me invitó a salir.

Me fui. Decido a CANCELAR EL SALDO DE MITARJETA, y decidido también a hacerlo en una Farmacia Fischel, me dirigí a la Fischel Farmax Pinares (Del cruce de la antigua Galera 1.5 Km. al Este, Curridabat). También estaba decidido a comprar un ábaco y regalárselo a Marvin, después de todo este simpático objeto sirve para facilitar cálculos sencillos (sumas, restas y multiplicaciones). Yo solamente necesitaba que Marvin sumara, ¿no?

Pues bien, entro a la Fischel Farmax Pinares, repito la misma rutina, me dirijo a la caja y le dijo a la cajera: "Necesito pagar mi tarjeta de crédito". Cuando le dije eso fue como si hubiera invocado al mismo Satanás. En automático me preguntó: "¿Cuánto es el monto?" Le respondí y me dijo: "No podemos procesar su transacción". En ese momento me percaté de que TRES guardas de seguridad estaban detrás de mí. Le dije a la señorita: "Necesito que me diga cual es el monto máximo que puedo cancelar". Se puso de pie y me dijo que iba a averiguar, le pedí que por favor lo trajera por escrito. Unos dos o tres minutos después regresó a la caja acompañada de un miembro del personal de la farmacia. Atendieron a una señora que se encontraba después de mí y no me dijeron nada. Evidentemente tenía que preguntar: "¿Usted me va a atender?". A lo que el nuevo incompetente responde: "¿Qué desea hacer?" ¡Y va de nuevo! "Pagar mi tarjeta". "No se puede" "¿Por qué?" "NO HAY SISTEMA"...

Le pregunté "¿Cuánto es el monto máximo que puedo pagar?" y con una sonrisa de astuto y sarcástico me respondió: "Depende de lo que deba". ¿Es esa la respuesta a mi pregunta? Le repito nuevamente que si me podía ayudar con la transacción, y lo que obtuve fue silencio como respuesta y una cara que denotaba un estado de embriaguez de autoridad ante mi impotencia en esta situación.

Señores de la Fischel, suficiente relajo se tienen con la inutilidad acumulada, ¡y ahora me salen con un mentiroso! Le dije que la señorita que me había atendido originalmente NUNCA me mencionó que no tenían sistema, antes bien, REHUSÓ procesar mi transacción porque el monto era muy elevado. Me dijo: "No tenemos sistema... el sistema es nuevo... no lo sabemos usar muy bien... es de reciente instalación... no le podemos ayudar... VAYA AL AM-PM...etc. O sea, no solo me niega el servicio, ¡me refiere a la competencia!

¿Qué pienso yo en este momento? Pues bien, Marvin NO sirve para CONTAR dinero, pero SÍ sirve para CONTAR a los demás miembros del personal de Fischel lo que sucedió. ¡Cajeros del mundo... uníos!

Pues bien, ya aquí estoy al borde de la desesperación. Le pedí al señor una constancia que indicara que NO me había querido procesar la transacción. Me dijo que gustosamente me la daba. Se desapareció y se metió en un cuarto. (¿Estaba hablando con Marvin?) Regresó y me pidió mi nombre y mi cédula. Al rato regresó y me dijo: No le puedo dar la nota que me pide. Le pedí su nombre y me lo anotó en un papel: Luis Hernández. En ausencia de gafete guindando de su cuello, le pedí que me devolviera la cortesía y que me enseñara su cédula de identidad (tal y como yo lo hice con él): "No señor." "¿Por qué no?" "¡Por que no estoy obligado!" "Muy conveniente... buenas noches"

Nuevamente, decidido a CANCELAR EL SALDO DE MITARJETA me dirigí al AM-PM. El más cercano es el de Curridabat, por Motores Británicos. Le pregunté al cajero que si podía pagar la tarjeta y me dijo que sí lo podía hacer. Le pregunté que si existía un monto máximo, sonrió y me dijo que no. Fuimos a la oficina administrativa, CONTÓ el dinero, bajamos a la caja, y Alexander Madrigal Corrales SÍ me ayudó a CANCELAR EL SALDO DE MI TARJETA.

Lecciones aprendidas:
1. No regresar a la Fischel.
2. Si regreso, comprar solamente medicamentos.
3. Si compro medicamentos, NO discutir con el cajero.
4. Si necesito usar la Red de Pagos Credomatic, ir directo al AM-PM (Nota: Si va a Fischel NO lo atienden, antes bien, lo refieren al AM-PM).

Preguntas:
BAC/ Credomatic:
¿Cómo seleccionan a sus representantes? Nunca había tenido un problema con esta institución, pero situaciones como esta no solo habla mal de Fischel, habla mal, muy mal de ustedes. No basta con buscar un "buen nombre" y una "buena cobertura", cuando se busca ayuda externa para FACILITAR a los usuarios el acceso a los servicios, se debe de ejercer cierto control para garantizar que la calidad sea consistente tanto su institución como en quienes los representan.

Fischel:
¿Cómo seleccionan a su personal?
¿Una vez seleccionado, le dan algún tipo de capacitación en servicio al cliente?
¿Han revisado lo que dice su sitio de Internet? ¿Sus empleados saben lo que dice?:
"La cadena de Farmacias Fischel S.A. esta compuesta por un conjunto de farmacias modernas y amplias, en donde se combina la atención y el buen servicio que se brinda..."

Si me responden, les cuento :o)

martes, 27 de noviembre de 2007

Soy acaso un reloj para ser ajustado?

Hoy en la mañana tomé el bus para venir al trabajo. Ese microcosmos ambulante lleno de desconocidos. Lleno de miles de historias. Iba de pie. El sujeto a mi lado asumo iba tarde, y yo, puntual como de costumbre.

Puntual, esa es una de mis características. Puntual y celoso de mis cosas. En este caso, celoso de que un extraño observara mi reloj. Tanto lo veía y tan desesperado estaba por llegar a algún lugar, que me acordé de mi amigo Gabo y su extraña pregunta: "Soy acaso un reloj para ser ajustado? Si lo fuera sería de esos que retan a su propio mecanismo yendo de atrás para delante de manera impredecible… impredecible sí, que tanto en el caso del reloj como en el mío sería sencillamente hacer todo lo contrario a lo que se supone que deba hacer…"

¿Acaso esta interrogante del si soy o no un reloj no les resulta rara? A mi en lo personal me recordó a mi querido Gregorio y por supuesto a su creador, Kafka (Gregorio, ¡pobre! Yo incluso lloré al terminar el libro. Me gustó tanto que se lo di a mi hermanita para que lo leyera - ¡que buen hermano! - y llorara conmigo). ¿Se imaginan despertar un día siendo reloj? ¡Y ojala ser uno de esas baratijas chinas que atrasan no porque quieren, pero porque no pueden continuar!

Pues bien... continúo mi viaje en bus, con este sujeto observando mi reloj. ¡Mi reloj! Con lo tanto que me gustan y lo mucho que detesto que observen el mío. Recuerdo hace algunos años mi primer reloj, un Casio, súper lindo, de fajilla de hule, especialmente diseñado para el niño inquieto que era. Luego otro Casio, con calculadora, ¡especialmente diseñado para el niño malo en matemáticas que era! (y que sigo siendo). Luego un Swatch (de 1988 - todavía lo conservo), después un Benetton, luego un Quicksilver, luego Citizen, y un Fossil, o el otro Swatch de la serie Irony, o el G-Cool (Edición limitada), o el Tissot, ¿y el Polar?, y el otro Tissot... Ese Tissot que andaba hoy y que el sujeto desconocido observaba. ¡Maldito!

Quise regresar a los tiempos del primer Tissot, donde lo andaba adelantado media hora. ¿Cuál era el propósito de esto? ¡Atarantar a la gente! (Atarantar: Viene de tarántula, y significa aturdir causar aturdimiento
, confundir, desconcertar, pasmar). Cual tarántula relojera, los dejaba que observaran el reloj, se asustaran, y cuando me preguntaban: ¿Esa es la hora?, con todo el aplomo del mundo les respondía: Si, esa es la hora. En mi fuero interno me revolcaba de la risa, pero mantenía la compostura, les hacia cara de serio, cambiaba el tono de voz y de la manera mas grave les preguntaba: ¿Va tarde?

Eso se lo hacía a las personas que observaban irrespetuosamente mi reloj. También hacía lo mismo con los que me preguntaban ¿Qué hora tiene? ¡Esa es la hora que tenía! A los que me preguntaban ¿Qué hora es? sí les restaba la media hora. Lo incómodo era cuando alguien me preguntaba de una manera y le daba "mí" hora, y acto seguido otra persona me preguntaba de la otra manera y les daba la oficial...

Necesitamos ser relojes para ser impredecibles, no. Libertad, libre albedrío, principio de autonomía de la voluntad, ser, poder ser y disfrutar siendo. Seamos como somos, y disfrutemos.

jueves, 22 de noviembre de 2007

De las monjas.

Hoy decido elegir la forma impopular y escribo en contra de las hermanitas...

¿Qué es una monja? Es el femenino de "monje" y el diccionario nos dice que es una religiosa de alguna de las órdenes aprobadas por la Iglesia, que se liga por votos solemnes, y generalmente está sujeta a clausura.

El mismo diccionario me sugiere ver las siguientes opciones: besico de monja, carrillos de monja boba, devoción de monjas, escrúpulo de monja, hilo de monjas, pellizco de monja y por último vicario de monjas. Se los dejo de tarea, pero les recomiendo el "escrúpulo de monja" (suena como a postre ¿no?... Señor, déme por favor un suspiro limeño... no, no, ¡prefiero un escrúpulo de monja!)

Pero bueno, sigamos con las monjas, las terroristas ocultas. Es una teoría muy personal y desde luego, no he encontrado muchos simpatizantes de tan raros especimenes, pero piensen bien lo que les digo:

1. Las monjas NO son familia de nadie. ¿Cuántas primas, hermanas o tías suyas son monjas, o bien, han considerado serlo? Tan no son familia de nadie que llaman a su cabecilla "Madre", y no cualquier madre... ¡es la Madre Superiora! y a sus compinches las llaman "Hermanas"... ¡hermanas!
2. Las monjas NO tienen amigos. ¿Cuántas veces ha salido usted a ponerse al día con su amiga la monjita que tiene días de no ver?
3. Las monjas NO van a misa. ¿Cuántas veces se ha llegado a sentar a la misa y dice: "¡Putis... esa monja me quitó el campo!"?
4. Las monjas NO tienen sedanes o coupes. ¿Cuánto dinero han hecho los distribuidores de camionetas con ellas? ¡Siempre andan en camionetas!
5. Las monjas NO andan solas. Siempre se mueven en grupo.
6. Las monjas tienen algo que se llama "hábito". Sí, me pueden decir que mi amado diccionario dice que "hábito" es un vestido o traje que cada persona usa según su estado, ministerio o nación, y especialmente el que usan los religiosos y religiosas; PERO yo digo lo siguiente: Después de analizar todas esas conductas sospechosas que caracterizan a este grupúsculo... ¿no pensarían ustedes mal del "hábito" que ellas tienen? ¿Cuántos y cuales hábitos más tendrán?

No sé si los perdí en el punto número tres, o bien en el uno, pero analicen lo dicho. Agnes Gonxha Bojaxhiu... alias Madre Teresa ¡Un Osama disfrazado! Dicen que antes de morir gritó: "Allahu Akbar", y explotó. ¿Misionera? Sí. ¿Cuál era su misión? Aun no lo sabemos, pero sí sabemos que dejó a muchos seguidores para que continuara con su obra... He dicho.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Del llegar y otras cosas...

Hace días no visito a mi amigo el procesador de texto, quizá porque no he querido, o quizás porque no he podido, pero en fin, esto no se trata de llegar primero, si no de saber llegar...

Y es que esto de "llegar" a veces es tan importante, y en otras es tan difícil. Se llega al trabajo; se llega a la casa; se llega a la fiesta; fulanito le "llega" a fulanita, o bien, fulanita le "llega" a fulanito; llegamos los dos, ¡y al mismo tiempo! Que detallazo cuando se llega de esa manera.

En fin, pasamos todo el tiempo tratando de llegar a algún lugar, de llegarle a algo, o de llegarle a alguien. Llegar, venir... venir ver y vencer... Veni, vidi, vici... ¡Latín! Nada como nuestra lengua madre y un poco de cultura general. Julio César ya lo dijo en el 47 antes de Cristo ¡y vaya manera de decirlo! No es cuestión de decirlo simplemente, ¡es cuestión de saber decirlo también!

Llegar da una sensación de inicio, "llegué a tal lugar", me da la sensación de que persigo un fin especifico y que por eso trasladé mi corporeidad de un lugar a otro. "Llegó fulanito", me da la sensación de que esperaba a este mentado fulano para que hiciera algo. Y a propósito de fulano, ¿quien demonios es Fulano? Hasta hoy que escribo estas líneas me pregunto por él y lo busco en el diccionario. Fulano: del árabe hispánico "fulán", este del árabe clásico "fulān", y este quizá del egipcio "pw rn", o sea, este hombre. Usada para aludir a alguien cuyo nombre se ignora o no se quiere expresar. Benditos árabes y sus maravillosos aportes, que van desde exóticas comidas, pasando por bellos aportes lingüísticos, hasta las más novedosas maneras de derribar construcciones (lamento mucho la pérdida de vidas inocentes, pero al Cesar lo que es del Cesar, ¡¡¡¡que logística la de estos muchachos!!!!)

Y ahora que hablo del fulano, se me viene a la cabeza otra palabra que siempre decimos pero que y talvez nunca hemos siquiera escrito, o pensado su significado, se trata de la famosa tarabilla... de nuevo el magnifico RAE me dice: Derivada del árabe hispánico ṭaráb, y este del árabe clásico ṭarab, música. ¿Cuantas veces no han pensado cuando un FULANO que viene LLEGANDO y habla mucho es una legítima TARABILLA?

Ahora, después de ver de donde viene la palabra tarabilla, ¿no se trasportan mágicamente a la Alhambra y se imaginan a estos árabes ocupando España cantando algo total y absolutamente ajeno para los españolitos de la época? ¿Y no se imaginan al famoso Manolo (para no usar mas a Fulano) llegando de prisa a hablarles a ustedes agitado, sudoroso, acongojado, hablando rapidísimo, gesticulando y no entenderle nada? ¿Acaso a veces no somos ese español frente al árabe? ¿Acaso no somos a veces ese Manolo? ¿Seremos todos fulanos tratando de llegar a algún lado para ser percibidos quizá como tarabillas?

Esa sensación de "inicio" que tiene el "llegar" no es tal. Pues esto LLEGÓ a su fin, porque sí, hasta el fin LLEGA.

martes, 6 de noviembre de 2007

El Modelo de la Gallina.

Para los que no me conocen, y para los que me conocen y desconocen que regresé a la U, les dedico este artículo. Me ha hecho demasiada gracia, y recientemente lo compartí con un muy buen amigo quien me dió la idea de ponerlo acá para que ustedes lo puedan leer, espero lo disfruten :o)

Resulta que en uno de los cursos, un profesor (¡Excelente profesor! - Yuri Kogan, más que profesor, un verdadero Maestro) nos dejó la tarea de complementar el Modelo de la Gallina, llamado así porque cada una de las palabras que lo conforman inician con "Co", de manera tal que son un montón de Co, Co, Co, etc, lo cual simula el sonido de la gallina, Cooooo Cococo Cooooo... ustedes me entienden.

Aquí están las instrucciones del profesor:

(...)
Y la tarea: después de leer el Modelo de la Gallina (archivos 4 y 5 de la presentación en el campus), ofrezcan, por favor, uno(s) CO´s más. Las condiciones:
* Si usted ofrece un CO que ya existe en el modelo, pierde un punto.
* Si usted ofrece un CO nuevo, gana un punto (siempre y cuando este CO de verdad es una característica de equipo de trabajo).
* Si usted ofrece un CO que ya ha ofrecido por uno de los compañeros, no gana un punto si este CO es nuevo, es decir, no existe todavía en el modelo, y pierde un punto si no es el CO nuevo, es decir, ya está en el modelo.
(...)

Evidentemente TODOS comenzaron a escribir COs para ganar puntos, COmpensador, COestelar, COlocación, COlectividad, COmpartir, COmpenetración, COmodidad, COncausa, COndecir, COnducir seguido de un laaaaaaaaaaaaaaaaaargo etcétera.

Aquí les pongo mi respuesta, saquen ustedes sus conclusiones:

COs como característica de equipo de trabajo dependiendo de para que queramos formar el equipo:
COcainómanos si queremos un cartel.
CObradores si queremos una empresa de recuperación de dinero.
COcineros si queremos dedicarnos a la industria alimenticia.
COcedores si estamos en la industria de la cocción o concentración de un producto.
COstureros si queremos estar en la industria de la costura.
COcheros si lo estamos en la de transporte.
COchinos si en realidad no nos interesa el fin del proyecto y nos "vale".
COchureros si cuidamos el fuego en los hornos de destilación del azogue en Almaden, España.
COcoleros si somos panaderos dedicados a hacer o vender solamente cocoles.
COcteleros si queremos tener un bar como Tom Cruise en Coctail.
COdelicuentes si nuestro proyecto atenta contra los bienes jurídicos tutelados por el ordenamiento.
COetaneos, caso contrario, como podrías trabajar en equipo?
COhechadores, si nuestro proyecto implica sobornos y corrupción.
COherentes en nuestro verbo y nuestro actuar.
COimputados, si nuestro proyecto es que nos declaren inocentes de la misma causa.
COlactaneos, si somos hermanos de leche que desconocemos nuestros padres y queremos encontrarlos.
COleccionadores, si nuestro proyecto se basa en coleccionar "x" cosa.
COlectores, si planeamos recaudar cosas.
COlegiales, si uno de los requisitos de un proyecto es cursar estudios secundarios.
COlonos, si queremos colonizar un territorio.
COloquiales, si le queremos explicar algo complejo a algún "lego" en "x" materia.
COlusores, si queremos estrictamente dañar a un tercero.
COmandantes, si el proyecto demanda tal rango para poder participar en el.
COmbatientes, si nuestro proyecto esta en el campo de batalla.
COmecocos, si buscamos enajenar o convencer a alguien.
COmediantes, si el proyecto es escribir una comedia.
COmpiladores, si el proyecto es ofrecer "COs" y ya los mas "normales" han sido mencionados por el resto de los compañeros.

El día de revisión don Yuri solo sonrió y me agradeció por mi sentido del humor...