jueves, 30 de junio de 2011

Imaginario.

No pretendo escribir un anecdotario,
Ni mucho menos crear un animalario,
Me gustaría más hacer un bestiario,
Y jamás me comprometería a diseñar un balneario.

Me siento un poco solitario,
Me pregunto si así es como se siente un sicario,
Asumo que nada tiene que ver con ser sagitario,
Y para nada se relaciona a un tema arancelario.

Podría recitar el abecedario,
O buscar un buen adversario,
Tomar una pala y dedicarme a lo agrario,
O diversificarme y probar lo agropecuario.

Tengo ganas de leer, pero no quiero ver ese anuario,
Prefiero buscar palabras en ese diccionario,
Sea lo que sea, no voy a usar ese escapulario,
No me siento religioso, me siento más como un corsario.

Si me trato de esconder, me subo al campanario,
No quiero ir al centro comunitario,
Y mucho menos al confesionario,
Corro y corro, y termino en el patio ferroviario.

¡Qué agradable sorpresa! ¡Es un lugar hospitalario!
No crean que es un lugar imaginario,
Antes bien, es un recuerdo milenario,
Digno de un humilde aspirante a anticuario.

miércoles, 29 de junio de 2011

Camanances.

Con el paso de algunos días,
Pensé que lograba ciertos avances,
Pero no, estaba como el libro de Jeremías,
Estaba lleno de percances.

Ya no creo ni en el mesías,
Pues tengo cero romances,
Cuando pensé que ella me elegía,
En realidad me quedé sin camanances…

¡Era eso!

Este material nunca será impreso,
Puede ser considerado como un divieso,
A veces ralo, a veces espeso,
¡Qué dios me agarre como sea, menos confeso!

Me está doliendo un poco el hueso,
Pero creo que es por ser un poco grueso,
Por mi contextura no me intereso,
Me siento y espero solo el deceso.

Nunca llegué al congreso,
Ni bebí tampoco mucho espresso,
Hoy siento que me expreso,
Escribo, escribo, y no ceso.

Quería dar más pero no tuve acceso,
Ni siquiera quedé como un barbiespeso,
Yo quería plantar un codeso,
No pude siquiera sembrar un cantueso.

Creo que ya he escrito en exceso,
Debo dejar de pensar en eso,
Hoy me sentí medio “guezo”,
Pero es por que tenia una razón de pezo.

Regalar.

A un buen amigo se le da con placer y desprendimiento,
Eso es un requisito de la generosidad,
No puede haber jamás arrepentimiento,
Pues dejaría de ser un acto de bondad.

Cuando les digo esto aquí no les miento,
Y no es tampoco ninguna ambigüedad,
El dar gustoso es una señal de agradecimiento,
A lo que es simplemente una hermosa AMISTAD.

martes, 28 de junio de 2011

Insistencia.

No sé si es por fea o desesperada,
Pero la muchacha tiene insistencia,
No me gusta para nada,
Por lo que opongo resistencia.

Buena gente pero desaliñada,
Saca un diez en persistencia,
No la quiero ni operada,
Ni aunque venga con olor a hortensia.

Tres cuartas debajo del corazón no me mueve nada,
Vacas gordas, vacas flacas… ¡Qué pestilencia!
Ella quiere estar acurrucada,
Yo la podría mandar de un patadón a la luna de Valencia.

Como siempre me busca una alocada,
No sé si me falta pericia,
Creo que hablarle fue una embarcada,
¡Por dicha sí tengo malicia!

domingo, 26 de junio de 2011

¡Tanto en la cabeza!

El Big Bang, Darwin, el universo, el músculo, el dios, el hombre,
Venus de Europa, Venus de Willendorf, Venus de Milo, la mujer,
Guerras, progreso, trabajo, economía, personas con hambre,
Tecnología, siniestros, bulas papales hechas no en un colchón más en un somier.

Un código de Hammurabi, algunos rollos del mar Muerto, la biblioteca de Alejandría,
El nacimiento de un bastardo que cambia el rumbo de la humanidad,
Una virgen que no es virgen y que dejó un legado de pura algarabía,
¿A dónde iremos a parar si no encontramos la humildad?

Un concilio de Nicea convocado por Constantino,
Una religión, un culto, un dios, una virgen, un hijo y una paloma,
Se dice que multiplicó peces y panes, pero no se menciona ningún langostino,
¿Será que los quería tentar en plena comilona?

Un mundo mágico, uno religioso y uno científico,
Mundos encontrados, mundos separados, mundos relacionados por gerundios,
Maldito eterno retorno, ¿regresaremos al paleolítico?
Sería interesante rendirle pleitesía a una piedra tallada y llamarla con amor Dios.

Edad media, cruzadas, fuego y palo,
¡Vamos hombre, no parece que fuera tan malo!
Monasterios, reyes, princesas, latifundios, magos,
Lo gótico nos demuestra que no eran bárbaros.

Revolución Industrial, Iluminismo, lo mezclo todo ahora mismo,
No sé que me pasa, pero ya perdí la noción y estoy a punto de hablar del Peronismo,
No sé si hablar de Marx, de Mao, de Hitler, de Franco, Stalin o de Mussolini,
O cerrar esta computadora, prender el tele y ver Teorema de Pasolini u 8½ de Fellini.

Calatrava, Gaudí, Escher, Posada, Frank Lloyd Wright escribiéndole a Edgar Kaufmann,
Guernica, Picasso, Chillida , Savater, Euskadi Ta Askatasuna,
No sé por qué, pero sigo y lo rimo con Batasuna
Hesse, Borges, Fuentes, García Márquez, maldita regla de octava que no consigo ni una.

Lo mezclo y pienso que esto es un error,
No sé que haría en mi lugar un tal Nicanor,
Tomo vino blanco o whiskey de vez en cuando,
Pero chocolate caliente para salir levitando.

Mejor termino por acá y dejo esto por que tengo jaqueca,
Castro, Tinoco, Arias, Ratzinger, Wojtyła, Bush,
Una firme y una honesta, me duele la cabeza de tanto push,
Para terminar esta carajada le iba a poner manteca, pero mejor me jalo con un ¡Eureka!

Un Maestro

En la infancia les temía
Y en la adolescencia les huía
Un trabajo, una muerte, un viaje
Un recuerdo, ganas de de aprendizaje

A su clase llegué sin saber lo que me esperaba
Al igual que todos los que esa noche la colmaban
Un arquitecto, un filólogo, un borracho, un leguleyo
¡Pobre profesor! ¡Por quién lo tomaban!

Una a una de sus clases asistí,
A ninguna de ellas jamás le huí,
Un salto cualitativo, un nautilus, un ágora, un ánfora
Una sentencia: “Me sé aquí y me sé ahora”

¿Es de verdad? Le pregunté
Diay guevón, ¿qué cree usted?
Una sonrisa, un abrazo, un soneto,
No sé que pasa, pero me siento contento

Años ha lo cuento como más que un amigo,
Mi Maestro, mi Padre, mi Primo,
Un paradigma a seguir, un acertijo,
Una bocanada de aire fresco, un labriego sencillo

Educado, viajado, leído e incluso prostituido,
Arquitecto, Profesor, Decano y Rector,
En tantas cosas ha estado inmiscuido,
Maestro de vocación y por convicción un gran lector.

Blasfemo, ordinario, corriente y alcahueta,
Pero no de esos que se imagina el lector,
Nunca le ofrecería a usted una vagina y una teta,
Pero si le hablaría de un Melquíades y de un Nicanor.

Me siento indigno de gozar de su amistad
Sin embargo me siento agradecido
Hubiese incluso dicho “bendecido”
Más no sería más que una bofetada a su bondad

Marca un antes y después
Ya no quiero ser conde ni marqués
En mi lecho de muerte no quiero terminar con una prorrateada
Antes bien, ¡quiero salir con una Villalobada!

viernes, 24 de junio de 2011

Raro destino.

Por desidia y no por deicida dejó que pasara
Algo le alarmaba, más no sabía qué
Quería que se le olvidara
Pero no sabía por qué

Trató cuanto pudo
Más no lo logró
Tomó lo que pudo
Y no lo aprovechó

Ahora ríe, llora, canta y baila
Antes lloraba, gemía, y se lamentaba
Ahora dice “haya” y no “haiga”
Antes no se bañaba y apestaba

Ahora es un nombre nuevo
El mal deicida, el arrepentido
Lo han buscado para un duelo
Más ahora es un hombre perdido.

jueves, 23 de junio de 2011

Opuestos.

Ella era diferente a todos, de alto coturno,
Él era igual al resto, como los anillos de saturno.
Ella, bella y diáfana
Él, feo y taciturno.

Ella quería romper la rutina.
Él quería abrazar lo azaroso.
Ella se llamaba Clementina,
Él se llamaba Luis Alonso.

Ella llegó al bar,
Él no podía haber llegado sin antes haberse ido.
Ella pretendía follar.
Él ni siquiera había comido.

Ella era diurna,
Él era nocturno.

En el Zócalo.

Cual virgen jovenzuela azteca escapando para no ser sacrificada a un dios astral, ella, algunos siglos después atravesaba corriendo el Zócalo. Corría rápido y despreocupadamente. Su prisa era merecida. Se trataba de una jovenzuela a punto de entregar su femineidad por primera vez. Su acompañante solamente trataba de seguirle el paso. Cosas del destino, antes las vírgenes corrían escapando del sacrificio. Hoy día las vírgenes corren para ser sacrificadas. Cosas del destino, algunos años después pasaría de ser una jovenzuela a ser una mujer con el mismo sufijo. Corrían. No. Corrían. La interminable plaza no acababa. No se sabe si por descuido o por nerviosismo cayose. ¡Zácataz! Cae en el Zócalo. Él, un soquete, la miró. Su mirada tenía una mezcla de lascivia, de desdén y ahora de impaciencia, pues ella cae en un charco de agua y se moja. Él no sabe que decir ni que hacer, pues la gente los mira. Siente una culpabilidad extraña. Se siente juzgado por todos, especialmente por el sol. Algunos siglos ha, el astro rey hubiera probado el néctar de la doncella. Hoy le tocaba la gloria a este inexperto mortal. ¡Gloria se llamaba ella también! La mira nuevamente. Saca fuerzas de su interior y le dice: “¡Zóquele! ¡Séquese! Seguimos en el Zócalo. Saquémonos las ganas…”

miércoles, 22 de junio de 2011

Maldita edad.

De niño quería crecer y trabajar.
De joven no quería estudiar, quería vivir.
De adulto no quiero trabajar, más quiero estudiar y vivir.

De niño las molestaba y no les daba importancia.
De joven las quería a todas y no tenía ninguna.
De adulto tuve una y la perdí, y perdida ella, morí con todas y ninguna.

De niño no quería escribir, pues el jugar me consumía.
De joven quería leer y quería escribir, más el estudiar me lo impedía.
De adulto trato de leer y trato de escribir, más el trabajo me consume.

Yo quería jugar, yo quería vivir, yo quería leer, yo quería escribir.
Maldita edad. Maldito tiempo. Maldito deseo hecho a destiempo.
Yo de niño tenía que haber deseado jugar, amar y vivir.

Artilugios.

La llamé y no respondió.
Me llamó y no respondí.
La invité y dijo sí.
La planté y se enojó.

Me dije: “No se dio”
Me escribió y me reclamó.
Me disculpé y le mentí.
La invité a salir… no cedió.

Inventario.

Más de cien cuadros colgando. Otros tantos sin enmarcar. Más de mil libros en los anaqueles. Esculturas, de metal y de papel. Cortinas. Ropa doblada. Ropa colgando. Discos compactos. Algún DVD. Polvo. Conchas. Corchos. Un metate. Colonias. Cremas. Botellas llenas, a medio llenar y vacías. Monedas. Ceniceros. Tarjetas de presentación. Audífonos. Una lámpara. Un sillón de lectura. Un otomano que no está. Una cama con su respectivo colchón. Una mesa de noche. Algunos relojes que no “reloks”. Un paquete de chicle empezado. Un paquete de condones sin terminar. Máscaras en miniatura. Un baúl. Billetes. Un escritorio “improvisado” en una antigua máquina de coser oxidada con sobre de vidrio. Una plancha antigua. Botes de pintura sin pintura. Cerámica, algunos cuadros de cerámica. Un cortaúñas. Unos clavos. Recuerdos de viajes. Miniaturas de lugares visitados. Un sombrero de bombín, raído. Zapatos. Sandalias. Más polvo. Una mochila. Recuerdos. Soledad. Ausencia. Dolor. Agonía. Pereza. Cansancio. Calor. Frío. Amor. Odio. Resentimiento. Perdón. Deseo. Un lapicero. Varios lápices. Papel. Una computadora que absorbe, reemplaza, sustituye, asusta, ridiculiza a un lapicero, a varios lápices y al papel. Una servilleta usada. Un envoltorio de uno de los chicles del paquete mencionado arriba. Otro recuerdo. Un paraguas para una lluvia que no viene. Una bala para un ladrón que nunca entró. Un candado para una ventana que nunca abre. Un sobre para una carta que no se envió. Una Biblia que no se lee. Un Corán que se leyó. Un teléfono que nunca suena. Una puerta que abre y cierra, unas gradas, un techo y tres bombillos. Una voz que no se oyó. Un radio. Dos parlantes. Un tornamesa. Acetatos. ¿Música? Más soledad. Hay muchas cosas. Una sonrisa. Una lágrima que no salió. Otro recuerdo. Un ladrido en la lejanía. Ahora ya son dos. Una ambulancia, suena a lo lejos, pero no viene por este corazón. ¿Habrá arrepentimiento? ¿Habrá redención?

jueves, 2 de junio de 2011

De la soledad.

Viene del latín solĭtas, -ātis. O sea, el estoy “solito” no está muy lejos de sonar a culto latín, aunque estoy seguro que la flexión verbal es la incorrecta y solamente estoy quedando un poco más ignorante de lo que en realidad soy.

En fin, ¿qué es la soledad? En la primera acepción se dice que es la carencia voluntaria o involuntaria de compañía. He estado más lejos y con menos compañía y me he sentido menos solo. La carencia es la falta o privación de algo. La privación es la carencia o falta de algo en alguien capaz de tenerlo. ¡Bingo! Capacidad de tenerlo… Eso es lo que creo yo que no tengo… No tengo la capacidad de tener.

La “tenencia” de ese alguien, y por tenencia me refiero a una especie de simbiosis en donde me sé “tenedor” y me sé “tenido” es algo a lo que creo que ya no aspiro. Hoy, particularmente me siento con el alma oscura y desolada. Sabina me ayuda a terminar… Hoy solamente te digo: “…déjame sólo conmigo, con el íntimo enemigo que malvive de pensión en mi corazón, el receloso, el fugitivo, el más oscuro de los dos, el pariente pobre de la duda. El que nunca se desnuda si no me desnudo yo, el caprichoso, el orgulloso, el otro el cómplice traidor.”

miércoles, 1 de junio de 2011

El hijo no prodigo regresa al no redil…

Ayer me dí cuenta que tenía días de no escribir. No actualicé a los lectores, si es que los hay, de mi regreso a Costa Rica y de mi reincorporación a la empresa en la que trabajé del 2005 al 2009. El hijo no prodigo ha regresado al no redil…

Bitácora No.6 - Barranquilla laboral

Desde la última vez que los actualicé con mis peripecias, o bien, mi falta de ellas, atendiendo en un 100% a la literalidad de la definición, no ha pasado mucho. Durante mi estadía en Barranquilla he sigo en la ciudad, aun sin la oportunidad de explorar otras tierras cercanas. He regresado a Costa Rica en dos ocasiones y en la última tuve la dicha de ponerme al día con varios amigos que no había podido ver hace días. En mi regreso a Barranquilla me quedé por algunas horas en Panamá por lo que aproveché para conocer las esclusas del Canal y ver un poco de “Panamá Viejo”.

Estando en Panamá tenía dos opciones, la primera hacer mi ruta y escaparme al museo de arte o bien, seguir la ruta predeterminada para los turistas que andan con prisa. Como en un museo a mí me gusta andar con TODA la paz del mundo y como además no quería andar jalando mi valija de aquí para allá, decidí tomar la segunda. Esta decisión fue un poco difícil, pues se trataba de un antagonismo interno no visto (¿o sufrido?) antes… Por un lado estaba la pasión por el arte… Por el otro la fascinación de ver una de las obras de ingeniería más increíbles en la historia de la humanidad, después de todo ¡se trata de unir dos océanos! Puristas, aléjense, yo sé que es el “océano” Pacífico con el “mar” Caribe (océano Atlántico).

Es interesante la cantidad de datos que dan cuando uno llega. De los que más me llamaron la atención porque los desconocía por completo son el hecho de que Ferdinand de Lesseps (el del canal de Suez) falló en su intento de hacer el “Canal francés”, como se le iba a llamar; tal vez no por inutilidad personal, pues hay muchos factores que lo impidieron, pero en fin, el chito no pudo. Lo otro que desconocía que me llamó mucho la atención son las sumas de dinero que se tienen que pagar (por adelantado) para poder cruzarlo, esto lo tomé de Wikipedia para darles una idea:

“El mayor peaje normal pagado por transitar el canal es de US$317.142, pagado el 7 de mayo de 2008 por el carguero MSC Fabienne. El récord anterior era del crucero Norwegian Pearl, de la compañía Norwegian Cruise Line, impuesto al pagar US$313.000 el 7 de octubre de 2007. El récord del peaje más bajo fue establecido en 1928 por Richard Halliburton, que nadó el Canal pagando un peaje de sólo US$0,36. Su travesía de 10 días comenzó el 14 de agosto y terminó el 23 del mismo mes. La tarifa de peaje promedio es de alrededor de US$54.000.
Con el propósito de mejorar la calidad del servicio ofrecido a sus clientes, y debido al congestionamiento que está sufriendo el canal hasta que se complete la ampliación en 2014, la Autoridad del Canal de Panamá implantó un servicio de reservas, que ofrece cupos de tránsito para un máximo de 24 navíos por día que deseen garantizar una fecha de tránsito y una travesía de 18 horas o menos. Los cupos de reserva están disponibles vía Internet hasta con un año de anticipación, y el interesado debe pagar una tarifa preferencial además del peaje normal. También está disponible el cupo número 25 que se asigna por subasta al mejor postor. El récord de la mayor tarifa pagada mediante el sistema de reserva de cupos y subastas del Canal de Panamá es de US$220.300 y ocurrió el 24 de agosto de 2006. El cliente fue el tanquero Panamax Erikoussa, que evitó una fila de 90 navíos que se formó debido a trabajos de mantenimiento de la esclusa de Gatún, evitando así una demora de siete días. La tarifa de reserva normal hubiera sido de apenas US$13.400.”
Solo imaginen el tiempo, el combustible, etc. que se ahorran que aun la espera de SIETE días es más atractiva que tener que bajar hasta Cabo de Hornos y dar la vuelta… El Canal mide 77 kilómetros. Si un barco sale de Nueva York a San Francisco por el Canal recorre alrededor de 9500 kilómetros… Bajando hasta el Cabo recorrería alrededor de 22500 kilómetros.
Otro dato interesante es que la obra se terminó antes de tiempo y a menos costo que el proyectado… era cuando los contratistas sabían poner plazos realistas y sabían inflar lo suficiente como para que todos quedaran contentos. Hablando de plazos… la transición de la administración de Estados Unidos a Panamá duró VEINTE años (de 1979 a 1999)

No he vuelto a escribir porque estaba viendo que pasaba cuando uno no escribe, o al menos cuando yo no escribo las cosas que me suceden tan pronto como me suceden. Es increíble el esfuerzo que tengo que hacer para dar un recuento detallado de mis pasos de cuatro, tres, dos o incluso una semana atrás. Ahora han pasado meses desde que escribí esto y pues bien, nunca lo publiqué. Ahora me parece que no tiene sentido hacer un recuento de mi último mes en Barranquilla. Esa etapa se ha cerrado. Guardo buenos recuerdos y muchas experiencias, más no guardo amistades duraderas de ese lugar. Por primera vez en mi vida siento que no he “hecho click” con un lugar. El lugar es interesante, es bonito, más no tiene lo que me gusta… No tiene librerías (por dicha sí tiene compra ventas), no tiene museos, no tiene salas de conciertos, en fin, es una vida para irse de rumba, y ese no soy yo. Al menos no lo soy ahora.
Creo que con eso cierro el capítulo barranquillero y tendré que seguir adelante… Un abrazote a todos…